One Shot: misión de rescate

Entre tantos estrenos con superhéroes y artilugios de ciencia ficción, One shot: misión de rescate permite sentir adrenalina simplemente con acción y sin fantasía. Es cierto que la historia se ha contado muchas veces, pero, no por ello, el film de James Nunn dejará de ser entretenido para los amantes del género.

Como si el espectador sujetara una ametralladora en medio de una partida de un videojuego, la película lo absorbe en la batalla campal que se da en una prisión secreta. En ese sentido, no se puede hacer ningún reproche a la factura técnica, que es impecable. Aunque quizá hay un exceso de extras en los tiroteos –algo que aumenta la sensación de estar en un juego–, el público puede disfrutar de escenas bien rodadas y peleas emocionantes.

El falso plano secuencia también aumenta la tensión que se experimenta al acompañar al equipo de la misión en todo momento, sin despegarse de ellos ni un segundo. Estas peculiaridades, para todo aquel que busque un producto intenso, restan importancia a la trama convencional y a los personajes planos (incluso a situaciones inverosímiles que los hacen parecer inmortales).

En esa línea, las interpretaciones no dan mucho de sí, pues la cinta carece de dramatismo o diálogos sugerentes, por lo que los actores simplemente tienen que hacer gala de sus habilidades como especialistas en luchas. Aún así, hay algunos roles secundarios que son capaces de transmitir pánico y dolor con su expresividad.

No será un título memorable, ni tiene características que destaquen por encima de otras ofertas. Sin embargo, One shot: misión de rescate es una elección apropiada para olvidarse de todo durante un rato y sumergirse en un enfrentamiento acelerado.

Firma: Patricia Amat