Pese a dejar su testamento claro hace diez años en Gran Torino, Clint Eastwood vuelve a protagonizar una película dirigida por sí mismo porque, como él ha afirmado, aún tenía cosas que decir.
Decía Howard Hawks que no creía en las tramas de las películas porque los espectadores ya habían visto cada argumento infinitud de veces. Lo que a él le interesaba eran los personajes y sus relaciones. Por eso regresó una y otra vez a historias que ya había rodado, variando matices narrativos y cambiando los tonos de los actores para que tejiesen entre sí nuevas relaciones.
Con Clint Eastwood ocurre lo mismo. Casi todos sus personajes (sobre todo los que han sido interpretados y dirigidos por él mismo), pueden ser puestos en fila y detectar cambios o variaciones de unos a otros, mientras se mantienen inmutables temas como la soledad, la redención y el remordimiento. No en vano el autor del guión es Nick Schenk, el escritor de Gran Torino, hasta ahora su largometraje testamentario.
Mula está basada en “The Sinaloa Cartel’s 90-Year-Old Drug Mule”, un artículo de Sam Dolnick publicado en junio de 2014 en The New York Times. En él explica la historia de Leo Sharp – Earl Stone en el film–, un veterano de la Segunda Guerra Mundial que, entre los 77 y los 87 años de edad hizo de mula para el Cártel de Sinaloa, organización criminal mexicana dedicada al narcotráfico.
Después de anunciar su retiro como actor hace diez años, Eastwood se vuelve a poner delante de la cámara porque, como él ha confesado, aún tiene cosas que decir. A los 88 años es el más trabajador e incansable cineasta de Hollywood, y con esta producción explica por qué. Lo natural es ser olvidado en un país en el que el trabajo es una identidad, que es lo que le ocurre a Earl Stone, el protagonista, pero también es el caso del propio Eastwood. Ambos son viejos ricos que no se quieren retirar de su oficio porque son más reconocidos como cultivador y cineasta, respectivamente, que como padres. Sin duda, este es el título más autoconsciente de toda su carrerra junto con Gran Torino. La honestidad con la que se trata a sí mismo y a su familia –su hija Alison es su hija en la película–, hacen de esta obra una conmovedora y, quizás final, apología de la familia.
Firma: Andreu Arribas
Earl Stone (Clint Eastwood) es un anciano horticultor de casi 90 años veterano de la Segunda Guerra Mundial. Está solo y en quiebra, ya que se enfrenta a una ejecución hipotecaria de su negocio. Es entonces cuando le ofrecen un trabajo que simplemente le exige conducir. Todo parece bastante fácil pero, sin Earl saberlo, lo que realmente está haciendo es transportar cocaína para un cartel mexicano.