La adaptación de la primera entrega de esta saga literaria y distópica es un conjunto visual y argumentalmente creativo. Ofrece las fortalezas de un buen relato de estas características: acción, entretenimiento y personajes con más fondo de lo habitual.
La nueva producción de Peter Jackson adapta una saga de novelas de distopía juvenil escrita por Philip Reeve: Máquinas mortales. La trama es original y agradablemente sorprendente a pesar, como digo, de pertenecer a un género tan de moda y tan lleno de clichés entre lo cruel y lo sentimental, que inició Crepúsculo y siguieron, como los ratones al flautista, los Juegos del hambre, los Divergente o los del El corredor del laberinto.
Las aventuras de Hester y Tom, entre ciudades rodantes y luchas con la Liga Antitracción, resultan entretenidas, crean un nuevo mundo lleno de sorpresas y, lo que es más importante, saben colocar a los personajes frente a circunstancias verosímiles (dentro de la fantasía), al hacerles actuar por motivos nobles, llamando mezquindad o ambición a las cosas que lo son y dando a la violencia un contexto bélico que marque su validez. Por no hablar de la peculiaridad del rostro de la protagonista, dulcificado en esta versión cinematográfica pero que supone en sí mismo una declaración de intenciones.
El equipo de guionistas ha hecho un gran trabajo a la hora de adaptar a la pantalla la primera de las novelas de la saga, dando más juego a los personajes de lo que les da el propio escritor y añadiendo algún elemento de los libros siguientes.
Una estética que se mueve entre un Mad Max aseado y los últimos Star Wars colabora a dar cierto encanto y atractivo a esta historia de ficción que, en manos del poderoso director de El Señor de los Anillos, se convierte en un espectáculo digno de ver.
La única pega, por llamarlo de algún modo, es que, al menos en la novela, la trama se agota y no da para mucho más, aunque el que fuera capaz de sacar casi nueve horas de metraje para filmar El hobbit puede hacer toda una telenovela con los otros tres libros de la saga de Reeve.
Firma: Esther Rodríguez
Tras la guerra que sumió la tierra en un erial, las ciudades optaron por convertirse en móviles y vivir de dar caza y aprovecharse de otras ciudades más pequeñas. Londres es la principal y su dirigente actual pretende ser cada vez más agresivo y destruir a todos aquellos que se opongan a su mandato.
Pero primero tendrán que hacer frente a la venganza que la joven Hester Shaw lleva años planeando contra su líder Thaddeus Valentine.