Milla 22

Peter Berg ilustra de nuevo un retrato patriótico-bélico cargado de acción. Sin embargo, esta vez, la poca enjundia del guión (a pesar de que se intenta simular lo contrario) de la debutante Lea Carpenter, dejan Milla 22 con menos interés y mucha más violencia que otras exitosas propuestas del cineasta: Día de patriotas, Marea negra, El único superviviente…

La enjundia se finge a través de una errática y pobre subtama de madre-espía en apuros y a través de la caracterización del protagonista: un Mark Wahlberg envuelto en un poco efectivas lenguaje rápido, deficiencias emocionales e inteligencia fría.

Por su parte, Berg ensaya aquí un montaje rápido, con insertos de planos detalle (como las manos de Li o la de Silva con su pulsera), así como otros que trasladan momentáneamente al espectador a otra acción o réplica fugaz de otra trama o escena paralela, o incluso a otro espacio y tiempo con la declaración supuestamente posterior del agente de la CIA.

No hay muchas sorpresas, aunque se pretenda, y sí una violencia a chorros que ilustra lo poco que sirven algunos devaneos efímeros por las filosofías de guerras sucias de espionaje y fines que justifican medios.

Firma: Lourdes Domingo