Midway

Del especialista en destrucción Roland Emmerich nos llega esta impactante versión de la batalla de Midway, más seria y con menos melodrama, en la que los efectos especiales nos dejan pasmados, aplastados en la butaca.

Y es que si hay alguna forma de hacerse una idea de cómo fue el ataque a Pearl Harbour o de cómo trabajaban los pilotos aéreos o de qué iba la guerra en el Pacífico, es viendo esta película. Emmerich crea con sus planos de acción una sensación envolvente de caos, fuego y muerte que produce la dosis de angustia que precisa el espectador para entender cómo se puede sentir uno en el meollo de batalla.

No obstante, angustias, las justas. No se entretiene ni un instante en desarrollar el drama o en contemplar la sangre –de hecho no la hay– y corre siempre hacia adelante en busca del héroe, que no es único, es un héroe coral, un cuerpo unificado que encarna el valor, la inteligencia y la sagacidad para dar a los japoneses una respuesta a su provocación.

Los personajes, históricos todos, se ajustan con sobriedad a sus papeles, sin euforia pero subrayando, en todo momento, el espíritu de sacrificio y el arrojo que mostraron para luchar en todos los frentes contra el Eje del Mal.
Un gran film de acción que eleva al cubo las bondades estéticas del cine digital.

Firma: Anna Puigarnau