Manhattan sin salida

Brian Kirk (Juego de tronos) trae a la cartelera este thriller que se propone despertar la nostalgia por el cine policíaco de los 70. Pretende, además, que el espectador salga de la sala con la mente trabajando en resolver los problemas morales que plantea el film, como intentaron los hermanos Russo (directores de cuatro producciones Marvel y colaboradores en esta producción) en Capitán América: soldado de invierno y Civil War. No obstante, no consigue ese efecto porque las personas que, supuestamente, están siendo protegidas por el dinero de la corrupción no aparecen en escena. Esta ausencia evita que se genere empatía con los criminales y, con eso, se desbarata el dilema moral.

Si bien cerrar todo Manhattan es una idea original y sirve para publicitar al NYPD (se ve un despliegue de fuerzas digno de un desfile), la verdad es que poco afecta a la trama pues los ladrones, primero, están resolviendo la venta de la droga y, luego, planeando su huida como si nada. En ningún momento, se plantean encerrarse en un lugar desconocido hasta que inevitablemente abran la isla, en parte también porque desde el inicio hay agentes persiguiéndoles de la forma más eficaz e inverosímil posible. Esto, por otro lado, consigue que el thriller sea trepidante y que el suspense se mantenga.

En Manhattan sin salida, la estrella sin duda es el famoso actor de Marvel, Chadwick Boseman (Black Panther), aunque todas las demás actuaciones son más que decentes. Su personaje, Andre Davis, tiene un pasado y la reputación de matar a quienes hayan matado a un compañero del cuerpo que parece crucial para el argumento, pero no aporta nada porque no adopta el rol de anti-héroe. No tiene un debate interno entre si dejarse llevar por su sed de venganza o su sentido del deber.

En definitiva, esta entrega es interesante para dos tipos de espectadores: los fans de Chadwick Boseman o Marvel y los amantes del género. Para unos, habrá primeros planos de él en cantidad y disfrutarán de un papel parecido al de Black Panther. Para los otros, habrá acción frenética y una buena fotografía y, si se ve en una sala con buen sonido, los constantes tiroteos pondrán los pelos de punta a cualquiera. Para los demás, quizás sería mejor idea invertir el tiempo en ver un clásico moderno como L.A. Confidential o ir a ver los thrillers policíacos de los setenta en que se inspira la película, todos más memorables que esta.

Firma: Yago Llopart