Los odiosos ocho

Crítica Los odiosos ocho

Análisis

En Los odiosos ocho apenas se puede rastrear algo que sea nuevo en la carrera de este director. Su visión crítica y al mismo tiempo juguetona de la historia y la política y su obsesiva y coreográfica violencia -que logra varios momentos realmente asquerosos y desagradables- no sorprenden.


La octava película de Quentin Tarantino es larga y autorreflexiva y se despliega en una estructura de cinco capítulos rotulados, que subrayan la mano que mece el guión desde fuera. Lo cierto es que Tarantino siempre habla de cine a los que les gusta el cine y aquí -con uno de sus géneros fundacionales como telón de fondo- añade en la trama otros elementos que forman parte del arte de contar historias: la mentira y la escenificación, algo también muy omnipresente en su Malditos bastardos.

Al mismo tiempo, Tarantino no renuncia a estirar el potencial del espagueti western hasta transformarlo en un nuevo juguete suyo estilístico con el que también hilvana un discurso (visceral, caricaturesco, no sistemático y sin ninguna voluntad de ser coherente) sobre Norteamérica, su historia, y la continua pervivencia de sus problemas raciales y de violencia.

Con su habitual habilidad, este cineasta combina el espíritu del western (escenarios naturales, la oposición entre espacios abiertos y cerrados y de perímetros absolutamente opuestos, sus tipologías de personajes y profesiones y una visión amoral y algo calvinista del obrar humano movido por la recompensa) con momentos muy cercanos al teatro introspectivo y casi solipsista, e incluso con varios pasajes impregnados de un suspense hitchcockiano. En esta línea, el guión se deja llevar por un uso, en apariencia, caprichoso de la estructura temporal para deparar varias sorpresas, así como por una presencia también algo aleatoria del narrador.

En Los odiosos ocho apenas se puede rastrear algo que sea nuevo en la carrera de este director. Su visión crítica y al mismo tiempo juguetona de la historia y la política y su obsesiva y coreográfica violencia -que logra varios momentos realmente asquerosos y desagradables- no sorprenden. Quizá lo que sí se nota es una tendencia mayor hacia la ponderación y una mayor lentitud en precipitar los acontecimientos para dar espacio a las palabras y a los gestos demorados de sus personajes. Se trata de un Tarantino más reflexivo sin dejar de ser Tarantino.

Eso sí, una de las bazas grandes de estos ocho es la presencia de Ennio Morricone, que compone una banda sonora donde resuenan las constantes de sus pentagramas: esas percusiones y esos metálicos colocados en el tiempo y espacio preciso del plano y de la escena. En la BSO, como es habitual, aparecen otras canciones clásicas y más recientes -de Roy Orbison, David Hess o The white stripes– en un uso irónico y de contraste en diversos pasajes.

Por otra parte, la dirección de fotografía de Robert Richardson, habitual de Tarantino, alcanza una perfecta coherencia entre los exteriores y los interiores. En este sentido, el trabajo en los amplios espacios nevados lleva el sello del director, que consigue combinar su belleza épica con una manera lírica de encuadrar y montar, por ejemplo, el trote de unos caballos o el estatismo de una cruz de madera en medio de la nada.

Sin embargo, cuando pasan las algo excesivas tres horas de metraje, quedan el aire, además de la pólvora profusa de los revólveres y de la ventisca de nieve, el repaso no resuelto a una problemática todavía en suspenso y también en el aire en el país de retratado en la película y por la película.

Firma: Lourdes Domingo

ficha técnica

Director: Quentin Tarantino

Guionistas: Quentin Tarantino

Intérpretes: Bruce Dern, Demian Bichir, James Parks, Jennifer Jason Leight, Kurt Russell, Michael Madsen, Samuel L. Jackson, Walton Goggins

Género: Drama, Western

País: EE.UU.

Fecha estreno: 15/01/2016

Lenguaje: Vulgar

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Seis, ocho o doce años después de la Guerra de Secesión, una diligencia avanza a toda velocidad por el invernal paisaje de Wyoming. Los pasajeros, el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock, donde Ruth, conocido en estos lares como «el Verdugo», entregará a Domergue a la justicia.

Por el camino, se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado negro de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo.

Como una ventisca está a punto de alcanzarlos, Ruth, Domergue, Warren y Mannix se refugian en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Cuando llegan al local de Minnie, en lugar de recibirlos su dueña, se topan con cuatro rostros desconocidos. Bob (Demian Bichir), que se ocupa del negocio de Minnie mientras ella visita a su madre, se encuentra allí refugiado junto con Oswaldo Mobray (Tim Roth), verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el general confederado Sanford Smithers (Bruce Dern).

Mientras la tormenta cae sobre la parada de montaña, nuestros ocho viajeros descubren que las cosas se van a complicar.

Título original: The hateful eight

País: EE.UU.

Duración: 187'

Fecha producción: 2015

Distribuidora: Entertainment One

Color: Color

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