Los ángeles de Charlie

El reboot de la franquicia de Los Ángeles de Charlie, dirigido por Elizabeth Banks, fracasa tanto en su intento de realzar a la mujer como en el de mostrar una nueva imagen.

Para empezar, la cinta pretende modernizarse y ser más juvenil, a la vez que realista. El problema es que no se decanta entre la acción y la comedia. Así, cuenta con bromas sin riesgo que no divierten, y con escenas poco espectaculares. El guion es bastante flojo y carece de diálogos interesantes. Además, en su determinación de autenticidad, incluye varias declamaciones que subrayan algún principio de manera artificial, en vez de parodiarlo con humor o acentuarlo con discreción.

Sin embargo, lo que resalta más es la demagogia feminista, que se pierde en sí misma. El inicio ya resulta demasiado forzado, presentando una secuencia que no viene nada a cuento en la que se muestra el potencial de las mujeres. A lo largo del film, absolutamente todos los hombres encarnan uno o múltiples defectos como la maldad o la torpeza. Por el contrario, las mujeres “pueden hacer cualquier cosa” (como se anuncia al arrancar) y son inteligentes y valientes.

La sororidad sobreactuada que impregna el tono del largometraje no puede menos que provocar gracia o rechazo. Igualmente, hay una incoherencia en el empeño de empoderar a la mujer, ya que las protagonistas son guapas, sexis y consiguen lo que quieren a base de ligar; una concepción un tanto ajada del feminismo. En algún momento, la película incluso llega a parecer un título adolescente, ahogado en clichés “girl power”.

Esta entrega se puede resumir como una producción de mujeres –muchas veces ligeras de ropa– a las que les gusta jugar con fuego. Sorprendentemente, se puede destacar la actuación de Kristen Stewart entre tanto despropósito, así como alguna parte distendida. Pero, la larga duración hace que al final sea aburrida.

Firma: Patricia Amat