Loli tormenta

Esta película póstuma de Agustí Villaronga es una comedia (con toques de tragedia) que sigue la vida de una abuela caótica y sus dos nietos. Y lo hace tranquilamente, sin pretender ser enrevesada, abordando los últimos días de vida –tanto del director como de su protagnoista–, el alzhéimer y la familia.

Aunque está llena de inverosimilitudes y situaciones muchas veces vistas, uno debe pactar con ellas, pues ayudan a la historia. Quizá por ello, a medida que avanza empieza a flojear y se puede hacer un poco larga. Pero no deja de ser una propuesta bondadosa –narrada bajo la inocencia de la mirada de un niño– cotidiana, vitalista y luminosa que hace sonreír.

Firma: Patricia Amat