La mina

A pesar de representar la América profunda en el estado de Kentucky, se trata de una producción totalmente española aunque algunos actores sean extranjeros. De hecho, aparte de la secuencia cero que está rodada en América, el resto –la mina y los demás exteriores– están localizadas en Asturias.

Desde un principio, la película es muy lenta y apenas aparenta tener argumento. Uno no sabe si está ante un drama o una historia de suspense. Al mismo tiempo, el número de secuencias es excesivo y varias de ellas se construyen con muy pocos planos, largos y aburridos. Eso sí, es de agradecer que el trabajo fotográfico esté muy bien perfilado y que, en ocasiones, un solo plano lo dé a entender todo y no sea necesario ningún diálogo. Pero, de nuevo, se trata de un film aburrido y con pasajes muy violentos que no aportan nada a la trama. Parece que no tenga montaje.

Además de la fotografía, puede salvarse la interpretación de Matt Horan, el cantante del grupo musical Dead Bronco, que interpreta el papel de un exconvicto con problemas de alcoholemia. El director de la película, tras ver un videoclip de su grupo, acudió a él para que la protagonizara. Según Horan, éste le dijo que encajaba perfectamente con el personaje de Jack. Las secuencias de la mina fueron rodadas a 400 metros de profundidad y con las lámparas los actores apenas veían mucha distancia.

Es una lástima que los guionistas no hayan podido sacar más jugo a esta sinopsis que prometía mucho. Uno puede llevarse una gran decepción si cree que pasará un buen momento en el cine.

Firma: Josemaría Rossy