Laura acaba de llegar a Madrid para estudiar Química. Procede de una familia conservadora y es la primera vez que sale de casa, así que su etapa universitaria se presenta llena de “estrenos”, sobre todo en el mundo de la noche. Laura tantea este terreno llena de miedo, pues es bastante retraída y está muy acomplejada por su cuerpo y su escasa experiencia sexual, en contraste evidente con los jóvenes de su alrededor.
De una manera un tanto casual, conoce a David, un chico con parálisis cerebral. Laura conecta con él y con su cariñosa madre, quienes por primera vez le hacen pensar en las carencias afectivas de las personas con esta discapacidad. Ellos le descubren la figura del asistente sexual, la persona que ayuda a otras con dificultades para satisfacer sus necesidades sexuales, de maneras diversas. Laura decide convertirse en la de David, movida por una mezcla de razones que ni ella misma tiene claras: la lástima que siente por el chico, el deseo de ganar seguridad en el terreno sexual y la simple necesidad de dinero.
La consagración de la primavera se ha publicitado como un relato sobre el abandono del nido y el paso a la madurez. Sin embargo, el espectador se encuentra ante la pantalla con una película monotemática sobre la exploración del sexo, como si la madurez consistiera únicamente en ello.
Es cierto que la afectividad de las personas discapacitadas es un tema complejo y raramente tratado, al que conviene que prestemos atención. Especialmente cuando nos referimos a una discapacidad motriz y no intelectual, como la de David, en cuyo caso la persona siente el anhelo y la atracción como cualquier otra. Pero el filme propone como solución a este vacío un triste sustituto del amor: el placer, principalmente buscado a través de la masturbación.
“David está más contento desde que vienes”, le dice a Laura la madre del chico. Y ya está. Como si una sesión semanal de excitación bastase para llenar el corazón de una persona. Y, lo que es más inquietante, como si las relaciones sexuales pudieran dejar indiferentes a las personas, sin vincularlas de una manera fuerte.
La consagración de la primavera es una historia que esboza varios temas pero no resuelve ninguno, ni siquiera da pistas en una dirección concreta. No sabemos por qué Laura decide dejar la asistencia sexual de David repentinamente. No sabemos si logra superar sus complejos, si consigue aceptar su propio cuerpo. No sabemos si el tímido inicio de amistad con un chico de su clase desembocará en algo especial. Al final del largometraje vemos a una Laura tan perdida como al principio. No ayuda la actuación monocorde de Valèria Sorolla; en consonancia, por supuesto, con lo gris del personaje, pero difícil de sobrellevar para el espectador.
Firma: Olga Nafría
Director: Fernando Franco
Guionistas: Bego Arostegui, Fernando Franco
Intérpretes: Emma Suárez, Telmo Irureta, Valeria Sorolla
Género: Drama
País: España
Fecha estreno: 30/09/2022
Lenguaje: Coloquial
La tímida y acomplejada Laura llega a Madrid para estudiar la carrera. Procedente de un entorno conservador, estrena su libertad con ganas y, por una serie de casualidades, se convierte en la asistente sexual de David, un joven con parálisis cerebral.
Título original: La consagración de la primavera
País: España
Duración: 109'
Fecha producción: 2022
Distribuidora: La Aventura Audiovisual
Color: Color