Juego de asesinos

Joe Carnahan, fiel a su estilo, arranca con una inaudita apertura que enseguida sumerge al espectador en los periplos de la comisaría de Gun Creek, un pequeño pueblo de Nevada.

El argumento es sencillo: al juntar a personajes que en circunstancias normales no coincidirían jamás, se genera el caos. Y es precisamente esto lo que presenta Juego de asesinos: una reunión caótica y letal en una comisaría de policía en la que la astucia e inteligencia del rol de la deslumbrante Alexis Louder se pondrá a prueba.

A pesar de que la mayoría del metraje está dedicado a disparos, explosiones y asesinatos, también se da espacio a toques de comedia que amenizan el visionado general, permitiendo al público activar el piloto automático, algo que, desde luego, se agradece mucho. Y, aunque pueda parecer que la cinta no cumple con las expectativas, es consciente de su género y logra su objetivo de deleitar.

Visualmente, la película proporciona una experiencia grata. La fotografía está cuidada, y Carnahan logra una serie de encuadres que engrandecen el largometraje. La banda sonora es inmersiva, y las interpretaciones de Toby Huss y el veterano Gerard Butler impresionan.

Aunque, desde un principio, divagamos por una narrativa nebulosa e incierta (pero interesante), algunos elementos a los que se presta especial atención hacen del conjunto del film algo redondo. Carnahan nos deja pistas, se centra en detalles muy específicos y, tanto a nivel visual como en su trama, esos indicios hacen partícipe a la audiencia de la construcción del relato y dejan un buen sabor de boca final.

En definitiva, aunque el fan del puro thriller policíaco pueda quedar insatisfecho en ciertos aspectos, las secuencias de acción pulp, las pinceladas de humor que elevan la narrativa y las brillantes actuaciones del elenco harán de Juego de asesinos una elección entretenida y amena.

Firma: Laura Castro