La animación de Aurel es un producto interesante tanto por la técnica de sus dibujos como por la lección de historia que desprende. Aunque resulta costosa al inicio, es una película que merece la pena tener en cuenta.
Josep es un homenaje de un dibujante (Aurel) a otro (Josep Bartolí), sugestivo en su fondo y en su forma. Es tanto una clase magistral de historia como un proyecto visual que merece la pena contemplar y analizar.
El film presenta dos líneas temporales: la huida de los españoles a través de los Pirineos en 1939 y el presente, donde Serge, un gendarme francés, relata los hechos. Este personaje es quien acerca a la audiencia a Josep Bartolí, el artista catalán que fue amante de Frida Kahlo.
Asimismo, es también el encargado de situar el momento socio-político en el que se desarrollan los hechos. La coyuntura es un periodo conflictivo, pues coincide con el fin de la guerra civil española y el auge de los regímenes de Hitler y Mussolini al inicio de la segunda guerra mundial. Este contexto da pie a tratar el dolor y los maltratos que sufrieron muchas personas debido a la actuación de la policía francesa y que Bartolí plasmó en sus bocetos.
Los fotogramas son impresionantes e integran de manera brillante la obra de Bartolí entre las animaciones de Aurel. Esto se consigue gracias al uso de transiciones y el cambio de color a blanco y negro –unas imágenes muy saturadas en las apariciones de Frida Kahlo en contraposición a aquellas más frías y decoloradas de los campos de concentración– que hacen que resulte natural ver los cuadros reales del pintor como si fueran parte de la cinta.
El único problema que eso conlleva es que, al inicio, puede molestar un poco al espectador acostumbrado a los dibujos comerciales. Las primeras escenas, con esbozos estáticos, resultan un poco chocantes, puesto que se desarrollan gracias a los diálogos y al audio, que fluyen mientras los bosquejos parecen congelados. No obstante, es fácil seguir la trama, por lo que esta característica acaba pasando desapercibida.
Sin duda, Josep es una película muy poco convencional a la que, de primeras, cuesta enfrentarse pero que puede resultar imprescindible. Es una lección muy interesante y una pieza visual cautivadora debido a la técnica que emplea.
Firma: Patricia Amat
Serge es gendarme en un campo de concentración en Francia. Allí hay muchos catalanes que han huido de España tras la guerra civil, entre ellos el artista Josep Bartolí. Ambos traban amistad y el francés le ayuda a salir de ahí. Más tarde, el pintor viaja a México y conoce a Frida Kahlo.