Iqbal y el superchip

Este título es la continuación de Iqbal y la fórmula secreta, basadas en los libros de Manu Sareen. Y está ambientada en un mundo urbano, multicultural, tecnológicamente avanzado y que desprende temas sociales como el TDAH, que todo el rato atribuyen al protagonista y el racismo, que también sufre Iqbal por ser moreno de piel en un país nórdico.

Iqbal es un adolescente gamberro e inquieto que, al encontrar un poderoso superchip, primero querrá salvar su barrio y después se dejará tentar por el dinero y el poder. Como concepto, es pasable y tampoco se desarrolla de manera muy atractiva ni original.

Todos estos asuntos que la película quiere transmitir están demasiado dialogados y no emergen de la trama ni de los personajes; por otra parte muy caricaturizados y empeorados por el doblaje. Tampoco la dirección aprovecha para innovar, y es más propia de una tv movie o de un capítulo de serie que de un largometraje para la gran pantalla.

Puede que a los niños les entretenga, pero no deja de ser un producto menor dentro de la oferta que ya existe para ellos.

Firma: Begoña Arribas