Golpe a Wall Street

Dumb money (dinero tonto) describe las inversiones hechas sin conocimiento del negocio. Eso es lo que hizo Keith Gill, un tipo corriente que desafió al sistema y causó una gran crisis en Wall Street. Se hizo rico (34 millones de dólares) tras invertir sus ahorros en GameStop, una cadena de tiendas de videojuegos. Él y otros tantos de sus seguidores, que empezaron a invertir en masa, perjudicaron así a los inversionistas y prestamistas y les hicieron perder quinientos mil millones de dólares.

Gillespie lleva el hecho real –con un poco de retraso– a la gran pantalla y teje con humor la historia detrás de la noticia a través de Gill y su familia, dos universitarias que se enamoran, una enfermera soltera con hijos, un trabajador de la tienda de GameStop y los millonarios inversores de Wall Street.

A base de montaje, títulos en pantalla y una banda sonora a todo volumen –viendo también la cara más dramática de la pandemia–, acompañamos a los personajes en sus inversiones y vidas cotidianas, sobre todo a Gill y a su hermano, un Pete Davidson que arranca más de una carcajada.

Firma: Bego Arribas