Entre nosotras

Filippo Meneghetti debuta con un singular amorío entre dos mujeres jubiladas, Nina y Madeleine, que ha permanecido oculto durante años pero amenaza con salir a la luz. Entre los diversos claroscuros del film, el cineasta se presenta sólido en la dirección.

La cinta goza de una magnífica fotografía y una composición de planos eficaz. Es particularmente destacable el juego de enfoques en el rellano que separa los apartamentos de las protagonistas: la cámara se mueve acercándose a las mirillas o intentando observar a través de ellas, permitiendo al espectador saber qué pasa al otro lado, incluso con la puerta cerrada.

Asimismo, cuenta también con un buen reparto. Tanto las dos actrices principales (Barbara Sukowa y Martine Chevallier), como Léa Drucker –quien interpreta a la hija de una de ellas– se desenvuelven muy bien en sus papeles. Este trío de artistas logra que sus personajes sean convincentes aún en situaciones un tanto surrealistas.

Sin embargo, la película empieza a estirar el tiempo mientras falta narrativa, lo que provoca una fuerte sensación de lentitud. Además, la mezcla de humor, tensión e intriga que se intenta crear alrededor de la relación resulta poco inteligible.

Por otro lado, la secuencia onírica que va interrumpiendo la trama, hace presagiar un thriller que acaba fracasando. El eco de pasos en el parque, los fantasmas del pasado, el clima plomizo y el sonido de los cuervos prometen un misterio que nunca llega a resolverse, ni siquiera a tratarse. Al final, no son más que ciertos segundos que se van intercalando a lo largo de la historia como reflejo de las sensaciones de las mujeres.

Entre nosotras es una propuesta confusa, con un contenido visual muy elegante pero un fondo peculiar. La controversia que se genera entorno al romance lésbico quizá resta importancia a los tintes ligeramente obsesivos y posesivos que tiñen ese idilio. Y hasta la emotiva banda sonora contribuye a ensalzarlo y poetizarlo sin dejar que el público pueda reflexionar acerca del concepto del amor.

Firma: Patricia Amat