En un lugar salvaje

La aclamada actriz Robin Wright, conocida por su larga trayectoria en cine y también recientemente en televisión, debuta en la gran pantalla con En un lugar salvaje, un drama sobre el duelo y la vida muy emotivo, aunque algo lento. 

Edee, interpretado por la misma Robin Wright, lo ha perdido todo y se aleja de la gran ciudad para encontrar una lógica a su existencia. Sola y en medio de la naturaleza, vemos a la protagonista convivir con ella misma, lo que resulta en un viaje intenso y lleno de experiencias, que logra llegar al espectador.

No obstante, y a pesar de que la historia lo pide, el ritmo se ralentiza en exceso. Está repleto de momentos vacíos y sin propósito narrativo: durante casi la mitad del film (hasta que se introduce a Miguel), vemos a Edee sobrevivir en medio de las montañas, pero la cosa no va más allá y parece que no se revela nada nuevo.

Lo que sí cabe destacar positivamente es la increíble fotografía del largometraje, que capta un bonito entorno con respeto y cariño: inmensas cordilleras, ríos, árboles, animales… En ese sentido, la película es una delicia. Además, la parte visual está acompañada por escasos diálogos y una música que acaba de hacer el visionado de lo más gratificante. 

La actuación de Wright, por otro lado, es uno de los grandes qués de esta producción: consigue expresar, sin palabras, los sentimientos tan complejos que vive su personaje. Otro acierto del reparto es el fichaje de Demián Bichir, cuya vitalidad y personalidad enriquecen notablemente la trama. 

En un lugar salvaje tiene el tono, la luz y una interesante y profunda protagonista suficientes para desarrollar un impactante drama. Sin embargo, lo que es la esencia del relato no consigue ir mucho más allá, por lo que (seguramente) se queda a medio camino y no consigue calar con tanta fuerza en el público. 

Firma: Berta Aliaga