En temporada baja

La comedia es un género que no tiene por qué encontrar un consenso igualitario entre su público, si bien es sabido que el humor puede ser algo muy personal. Sin embargo, uno puede sufrir una gran pesadumbre durante una cinta en cuyo transcurso de hora y media no encuentra la chispa para sonreír. Algo así sucede con En temporada baja.

Si se toma distancia en lo relativo al tipo de humor –a veces con chistes y situaciones forzadas y poco orgánicas–, uno se encuentra frente a un guion bastante tedioso. Sus diálogos devienen fatigosos y añaden poco tanto a nivel argumental como de personajes. Además, fluyen casi reiterativamente, sucediéndose entre situaciones intercambiables sin problemas.

Los cuatro amigos protagonistas no están solo poco dimensionados, sino que rozan en muchos casos la vulgaridad. A lo largo del metraje, es difícil encontrar atisbos de evolución y, entre ellos, sus únicas diferencias solo se observan en los contextos que los rodean. Mientras tanto, aquello en lo que se asemejan más es en ser unos mentirosos compulsivos y unos egoístas.

No obstante, lo peor se halla en su planteamiento sobre la amistad y su aparente orgullo en defender tan honrado sentimiento. A pesar de que uno de los personajes sentencia que “a los amigos no se les deja en la estacada”, eso es justamente lo que se dedican a hacer los cuatro protagonistas sin aparentemente llegar a entender ni el valor del respeto, ni del amor, ni de la amistad, ni de luchar por mejorar. Si tener un amigo de verdad significara tener a alguien a quien utilizar, esta película sería gran ejemplificadora. Sin embargo, la amistad va más allá del mero egoísmo afortunadamente.

Firma: Yoel González