En su punto

Christopher Thompson dirige su segunda película, tras unos cuantos títulos como guionista y sobre todo como actor. Le secunda en la escritura Fabrice Roger-Lacan, un habitual de comedias.

Con la pericia que tienen los franceses para fagocitar el formato más americano de comedia-romántica, En su punto se presenta como un título, precisamente, ni cocido ni pasado, pero sí algo soso.

El arranque canónico –con esas secuencias de montajes que dejan claro de dónde parte la protagonista– da paso a un tropiezo por el cliché ya contemporáneo del encuentro sexual fugaz que, en seguida, se convierte en algo más. Thompson sedimenta ahí, y en el tópico del odio al amor y viceversa, las idas y venidas de la pareja protagonista.

No hay nada invisible ni mucha sutileza o sorpresa. Todo pasa por el puré de lo previsible aunque, eso sí, rodado con destreza, escenarios agradables y actuaciones en buen nivel.

Un producto que no llega a la calidad de la carne a la que hace gala su guion, pero que se dejará ver por los amigos de la comedia ligera gala.

Firma: Lourdes Domingo