En nombre de la tierra

En nombre de la tierra es una adaptación de la novela galardonada con el premio nobel Los campesinos, una lectura seleccionada de forma recurrente en las escuelas de Polonia. Como largometraje, funciona perfectamente en algunas escenas, consiguiendo generar una estética de cuento o leyenda y, asimismo, ayudan a crear esta atmósfera la música tradicional y ceremonias.

Es indiscutible también el laborioso trabajo de realización en la utilización de la pintura al óleo, pero es inevitable cuestionarse en múltiples ocasiones durante la cinta si todo el sacrificio que ha comportado pintar meticulosamente fotograma a fotograma ha sido fructífero, pues, en muchas ocasiones, no se percibe así. En algunas secuencias se pierden líneas de expresión, restando calidad a las actuaciones. Del mismo modo, cuesta distinguir algunos planos sumidos en la oscuridad sin una fuerte fuente de luz.

Además, se pueden apreciar defectos propios de la compactación del relato en un formato audiovisual ameno y fiel. En este caso, podemos ver cómo sucede una batalla inesperada que surge sin un previo contexto, aunque esta era necesaria para el desarrollo de la trama. Por otra parte, el tono serio y crudo de algunos momentos no acaba de encajar en una película animada.

Aun así, como virtud, los actores escogidos para interpretar a los personajes cuentan con unos rasgos marcados y característicos perfectos para las condiciones del film. En suma, la historia es correcta y el producto resultante también.

Firma: Laura Corpas