El silencio de la ciudad blanca

Daniel Calparsoro (Cien años de perdón) ha sido el encargado de adaptar la novela de más éxito de Eva García Sáenz de Urturi, con un presupuesto multimillonario y con un elenco de actores de primer orden del panorama español. Todas las grandes productoras nacionales (Atresmedia, Movistar…) y algunas internacionales, como Netflix, se han sumado a un proyecto que pretende convertirse en un éxito de taquilla. Y sin embargo, a pesar de la inversión, la película no acaba de funcionar.

La historia cuenta el regreso del agente Kronen (Javier Rey), inspector de la Ertzaina, tras la muerte de su mujer, justo en el momento que aparecen los cuerpos de dos jóvenes de veinte años. El detective deberá enfrentarse a su pasado y convencer a la Subcomisaria Alba (Belén Rueda) de que es capaz de descubrir a un asesino que lleva tiempo jugando con la policía.

El film tiene todos los elementos de un thriller clásico, un asesinato, sospechosos y un detective que debe demostrar que puede resolver el caso. No obstante, hay muchas cosas que no funcionan: empezando por la presentación del protagonista. Todos parecen conocer al inspector Kronen desde el inicio. Todos, menos el espectador. ¿Quién es? ¿Por qué es tan importante? No nos queda claro. Otro aspecto que lastra la trama son los diálogos llenos de enciclopedismo y faltos de naturalidad. Por último, la excesiva importancia que se le da al pasado de los personajes sobrecarga el guión que por momentos se llena de vacíos ininteligibles para los que no conozcan la novela.

En resumen, un enorme esfuerzo de producción, que consigue realzar toda la belleza de Vitoria; pero que no se ve recompensado por culpa de la falta de encaje de una historia demasiado larga y llena de giros.

Firma: Llorenç Ramis