El deshielo

Veerle Baetens tiene una larga trayectoria como actriz y ahora ha dado el salto a la escritura y dirección de largometrajes. Para su opera prima adapta El deshielo, la novela homónima de Lize Spit, una durísima y espeluznante historia sobre la destrucción de la vida de una adolescente, apenas una niña, a manos de quienes debían protegerla o acompañarla.

El relato, como digo, es tremendo. La desatención familiar, pletórica de egoísmo, la frivolidad, la permisividad con los supuestos juegos inocentes de jóvenes repletos de hormonas o la mentira y la deslealtad como actitudes lógicas, colaboran al unísono para romper para siempre la vida Eva.

El guion de Baetens responde con eficacia a lo espeluznante de lo que cuenta, agravado, si cabe decirlo así, por la excelente actuación de las dos protagonistas, en especial la de la pequeña Rosa Marchant. Sin embargo, el realismo que la realizadora se empeña (y logra) en trasmitir parece haberla dominado y trasluce una cierta complacencia en los hechos al incluir escenas (la aparición de la actriz con síndrome de down o el momento cumbre que no desvelo) innecesarias y que la hacen, de alguna manera, participar del cruel abuso al que se somete Eva.

Este enseñamiento asquea y junto a un inconsistente guion –baila mucho con los tiempos, repite aleatoriamente escenas y muestra sus cartas demasiado pronto– terminan por hacer de este film un producto mediocre y prescindible.

Firma: Esther Rodríguez