El cocinero de los últimos deseos

No hay nada como ver una película sobre comida, precisamente, a la hora que toca hacerlo. Yojiro Takita (Despedidas) logra uno de esos films en los que los platos que van apareciendo en pantalla superan la barrera física, llegando a los cinco sentidos de los espectadores.

La historia de Mitsuru Sasaki y de la búsqueda de las recetas avanza con buen ritmo y se va alternando con flashbacks de la vida del chef Yamagata. Aunque uno puede hacerse a la idea de hacia dónde avanza el relato, los giros argumentales no dejan indiferentes y hacen que el público se vaya sorprendiendo.

Cabe destacar algunos detalles técnicos de este largometraje que es, en realidad, la adaptación de una novela de Keiichi Tanaka. La fotografía es impecable –recalcamos una escena de un atardecer en Manchuria, increíble¬– así como el tándem imagen-sonido. La música y los efectos sonoros logran dar un buen compás a las escenas en las cocinas y contribuyen a que los platos superen la “cuarta pared”.

A pesar de que el final acaba por alargarse un poco, nos deja con dos mensajes importantes: la familia y el valor de poner el corazón en aquello que hacemos.

Firma: Blanca Ballesteros