Esta nueva cinta de Ari Folman recupera la figura de Ana Frank para guiar al público a través de una historia esperanzadora que busca hacer reflexionar acerca de una sociedad actual no tan alejada del pasado
Ari Folman vuelve a la gran pantalla, de la mano de la Fundación Ana Frank, con una nueva adaptación del famoso diario de la niña, mundialmente reconocido por ser un testimonio vital en primera persona de una víctima del nazismo. El espectador podría pensar que no encontrará nada nuevo en un título que recoge un tema excesivamente explotado en la industria del cine, pero, en su lugar, se cruzará con una refrescante y cuidada animación que ofrece una perspectiva distinta de las memorias de una de las figuras más emblemáticas de la historia contemporánea. Esta es la biografía de Kitty, una heroína feminista, mejor amiga imaginaria de Ana y destinataria de las cartas que componen su diario personal.
Por medio de una fluida animación 2D y una fotografía espectacular en color y composición, que adentra al auditorio de lleno en el relato, Dónde está Anne Frank es un largometraje que expone el horror del Holocausto a través de la imaginación como herramienta de evasión y la vida en movimiento incluso en tiempos de guerra; pero también la triste realidad social moderna. Y es que esta producción no se postula como una crítica al régimen nazi únicamente sino a la violencia en general y a la marginación de las minorías. Es por ello que el director decide utilizar los recuerdos de Ana Frank para confeccionar un guion que se dirige mediante una mirada retrospectiva a épocas pasadas al mismo tiempo que echa un vistazo hacia los problemas de hoy en día.
Todo esto ocurre a través de la figura de Kitty, quien resurge del diario de su creadora. Durante el filme, la protagonista entra y sale del libro para mostrar la realidad de cada momento. De esta forma, se presenta un intento de comparativa entre las dos etapas históricas que ofrece una serie de paralelismos, los cuales enmarcan la cinta en un contexto de denuncia social. Desafortunadamente, aun con buenas intenciones y algunos clips que logran causar gran impacto y admiración, este ejercicio no consigue ejecutarse con la contundencia esperada.
Asimismo, durante el transcurso, se incide en temas trascendentales como la emancipación de Kitty, que más tarde quedan en nada. Aun así, es más que suficiente para cumplir con el objetivo del metraje: ilustrar a los más pequeños, que solo necesitan absorber las ideas principales.
Por otro lado, uno de los puntos más fuertes de esta crónica es, sin duda alguna, su magnífica banda sonora. Gracias a sus piezas musicales, los puntos álgidos de la trama dan paso a secuencias emocionantes y vibrantes –impregnadas de un tinte épico y de esperanza– que pueden llegar a sorprender gratamente. Es en esta clase de escenas donde la narración cobra una magia que la hace especial, pudiendo llegar a provocar incluso algunas lágrimas de emoción. Por otro lado, las piezas instrumentales, acompañadas por imágenes sobrecogedoras de la masacre, también tienen el poder suficiente para abrumar a la audiencia.
En conclusión, Dónde está Anne Frank es una propuesta original, llena de inventiva y magia que, aun con algún que otro error de guion, no pasa desapercibida y se erige como una hermosa y cruda obra que emociona y atrapa al público.
Firma: Ariadna Fernández
En un Ámsterdam mucho más moderno, un suceso muy peculiar y fantástico ocurre en la famosa casa de Ana Frank. Kitty, la amiga imaginaria a la cual solía escribir cartas en la época del Holocausto, cobra vida fuera de su diario con el objetivo de encontrar a Ana. No obstante, eventualmente descubrirá que, aunque su gran compañera no se encuentre ya en este mundo, su espíritu inunda las calles de toda la ciudad.
