Olivier Baroux estrena un remake de la película norteamericana Cómo ser un latin lover en una comedia ligera situada en Francia.
La cinta arranca enérgicamente con la presentación de Alex, un joven que ha decidido ser gigoló para hacerse rico sin tener que trabajar. Con esta premisa, el director desarrolla una serie de situaciones ridículas que parodian a estas personas capaces de todo por el dinero fácil.
Sin embargo, el ritmo no se mantiene y el film va decayendo a medida que avanza. De todas maneras, consigue su único objetivo, que es entretener a la audiencia con una historia típica llena de humor –muchas veces manido–.
Kad Merad se defiende bien en un papel que le pega bastante y protagoniza varios momentos que provocan carcajada. Fuera de la risa fácil, no se puede destacar nada más que una previsible conclusión de reconciliación familiar. O también una reflexión acerca de que es mejor ser uno mismo a la hora de seducir.
Cómo ser un french lover es una adaptación quizá más familiar dirigida a un público amplio. No obstante, a pesar de no contar con escenas explícitas, tiene varias coyunturas sugerentes. Es un largometraje que no aspira a más que a la mera distracción del espectador y como producto de ocio funciona bien.
Firma: Patricia Amat
Director: Olivier Baroux
Guionistas: Kad Merad, Olivier Baroux
Intérpretes: Anne Charrier, Anny Duperey, Kad Merad, Léopold Moati, Pascal Elbé, Thierry Lhermitte
Género: Comedia
País: Francia
Fecha estreno: 22/11/2019
Lenguaje: Coloquial
Alex, un hombre que ha decidido hacerse rico siendo gigoló, se ve reemplazado un día sin previo aviso. Su amiga octogenaria lo ha sustituido por otro más joven. Sin ninguna habilidad para trabajar, decide buscar a una nueva anciana multimillonaria. En el proceso, enseñará a su sobrino de diez años acerca del arte de la seducción.
Título original: Just a gigolo
País: Francia
Duración: 94'
Fecha producción: 2019
Distribuidora: DeAPlaneta
Color: Color