Color out of space

Color out of space es la adaptación al cine de la novela homónima de H.P. Lovecraft. Este prolífico y visionario escritor de principios del XX ha suministrado al cine numerosas historias de terror, fantasía y ciencia-ficción gracias a su desbordante imaginación y a su audacia para explorar lo desconocido y saltarse los parámetros convencionales de la literatura de entretenimiento de su época. Se trata de una tendencia, por otra parte, bastante habitual en la cultura del cambio de siglo.

El entorno fantástico en el que se desarrollan sus tramas permite que, con el paso del tiempo, puedan ambientarse en cualquier época, consiguiendo así involucrar más al espectador del momento.

Así, el guionista y director Richard Stanley trae a este bien entrado siglo XXI este libro que, si no es de los más conocidos del autor, no es la primera vez que es llevado al cine.

Y tanta presentación de la parte literaria de Color out of space se debe, básicamente, a que del film no hay mucho que decir. El punto de partida está claro: un gran misterio que produce desconcierto, cambios medioambientales, alucinaciones, peligrosas modificaciones de conducta y todo ello en el siempre inquietante marco de una casa aislada en un bosque denso y nebuloso.

El punto de llegada ya es otra cosa, porque todo parece quedarse a medio camino. Personajes sin definir y un relato que discurre sin coherencia, con la excusa del origen desconocido de la trama, conducen a una ausencia casi total de terror y de interés. Los sustos son predecibles y los efectos especiales, aunque efectivos, no aportan nada al género ni al disfrute de la vista.

Quizá los incondicionales de las adaptaciones cinematográficas de Lovecraft vean Color out of space con algún interés, pero ni los amantes del cine de terror, ni, desde luego, los amigos del cine de entretenimiento creo que puedan sacar algún provecho de este título.

Firma: Esther Rodríguez