Una propuesta animada que supone un festival de color y acción. A pesar de un arranque solvente y un desarrollo eficaz, su cierre puede acabar desconcertando, sobre todo a aquellos que no sean seguidores del manga original.
Chainsaw Man, el “Hombre Motosierra” es el nombre de un manga, una historia ilustrada japonesa creada por Tatsuki Fujimoto en 2018. En él se cuentan las peripecias de Denji, un joven que trabaja como cazador de demonios para saldar una deuda con la yakuza. En el mundo inventado por Fujimoto los demonios nacen de los miedos del hombre y sus poderes pueden traspasarse a aquellas personas que pactan con ellos. Por eso, Denji puede convertirse en una motosierra humana para seguir destruyendo demonios.
Este manga ya ha sido adaptado a una serie animada y ahora se presenta su primer largometraje con el subtítulo El arco de Reze. Reconozco mi desconocimiento del “cómic” en el que se basa el film y el mundo anime en genera, por lo que el festival de color, acción, dibujos silueteados, ojos enormes y llorosos, y sonrisas con dientes que ocupan toda la pantalla me fascina en proporción inversa a mi entendimiento de la historia. No puedo, por tanto, valorar adecuadamente la calidad de la adaptación, pero sí su resultado como película.
El guion tiene un pase hasta las luchas finales entre los demonios y los “Devil Hunters”, combates dominados por unos cambios en las reglas del juego frente a las que dudo que alguien pueda encontrarles sentido. En su primera parte hay una correcta presentación de personajes, un planteamiento lógico e interesante y, sobre todo, una propuesta visual muy atractiva, tanto en color como en blanco y negro. El nudo del relato, con trama romántica incluida, sigue también cánones eficaces. Sin embargo, el desenlace, con esas peleas finales, pierde toda verosimilitud. Las aleatorias posibilidades de resurrección de los que van cayendo en las batallas hacen que se pierda la tensión y el interés por cómo acabará todo.
Aun así, como he comentado, y a juzgar por los aspavientos de emoción de los aficionados al género que me acompañaban en la sala, puede que se me haya pasado parte del encanto de esta colorida propuesta.
Firma: Esther Rodríguez
Denji trabaja localizando y matando a los demonios salvajes que están destruyendo la ciudad. Un día conoce a Reze, una joven de 16 años como él, que se hace su amiga, le enseña a nadar y se preocupa porque Denji no ha podido ir a la escuela. Pero esta amistad es un punto débil que los demonios enemigos de Denji pueden usar.