Blue thermal

Blue thermal es una nueva cinta de animación japonesa, esta vez de la mano de un experimentado director del género aunque la mayor parte de sus producciones hasta ahora han sido para la televisión. Masaki Tachibana adapta el manga de Kana Ozawa y ofrece, como es habitual en lo que viene del país del sol naciente, un relato amable y vitalista.

En esta ocasión, la ambientación y escenario para que los realizadores se puedan lucir con una técnica preciosista y cautivadora, es el mundo de los planeadores. Grandes aeroplanos, mono o biplaza, que, arrastrados por un camión u otro avión, surcan los cielos aprovechando las corrientes de aire. Los conocimientos de aerodinámica son imprescindibles para competir y alcanzar la meta en el menor tiempo posible. El club aeronáutico de una universidad ficticia será el microcosmos en el que los distintos personajes interactúen y donde salen a la luz los diversos dramas, sueños o aspiraciones de los integrantes del grupo.

Los diferentes caracteres son atractivos, dentro de su casi adolescencia. Sin embargo, están poco desarrollados y sus historias pasadas, que condicionan sus acciones presentes, se plasman con poca sutileza y menos desarrollo aún. No es, por tanto, una película analítica ni especialmente empática; y mucho menos profunda. Esto hace, por otra parte, que se vea sin dificultad con cualquier edad y que nos podamos centrar en deleitarnos con los paisajes vistos desde el aeroplano gracias, como decía, a la excelencia técnica.

Lo más interesante, por otro lado, y, a mi juicio, la mejor aportación del film, es la metáfora entre el viento térmico y la vida. Una idea que, aparte de un muy interesante punto de partida para esta propuesta, podría haber sido más y mejor desarrollada. De todos modos, la idea esta lanzada y el espectador puede trabajar con ella.

Firma: Esther Rodríguez