Babylon

Crítica Babylon

Análisis

Chazelle apuesta por un proyecto ambicioso, con un elenco y una dirección de muy buena calidad pero que peca de ser demasiado largo, obsceno y grandilocuente. Es una visión parcialmente creíble de los inicios del cine.


Babylon es un giro de tuerca respecto a los trabajos anteriores de su director, Damien Chazelle. La disciplina y la rebeldía de Whiplash y la melosa historia de amor imposible de Mia y Sebs en La La Land han quedado atrás para dar pie a la carta de presentación —grotesca— de la industria cultural en potencia: Hollywood.

Los inicios de uno de los motores del séptimo arte, que empezaba a cimentar sus bases a partir de la constante evolución, están plagados de excesos y extravagancia, fiestas y sus consecuencias, artistas emergentes y decadentes. Ese libertinaje, acompañado del alto ritmo que se mantiene durante gran parte de la obra, deriva en situaciones demasiado explícitas y, en algunos puntos, incómodas para el espectador. Las fiestas son celebraciones de ricos con todo tipo de lujos: drogas a raudales, desnudos, alcohol, sexo y desenfreno. Esto sienta el tono de la propuesta a la vez que presenta a los personajes en su ambiente más canalla. El desmesurado arranque con una larguísima orgía chocará bastante a la audiencia, pues es su primera toma de contacto.

Otro de los mayores inconvenientes de la cinta es su gran cantidad de tramas. El director muestra diversos conflictos a la vez, cuyos argumentos se van alternando, pero sin profundizar en la mayoría. Así pues, queda un guion bastante vacío que cede todo el peso del film a la puesta en escena.

En los diferentes hilos, se hace un recorrido por todos los sectores del ámbito: quienes están delante de las cámaras, quienes están detrás, los de los despachos o los críticos de cine. Quizá el querer relatar todo sea el principal punto débil de la película, que peca de un metraje demasiado extenso (3 h y 10 minutos). Quien mucho abarca, poco aprieta.

Obviando esos “breves” detalles, el apartado técnico de Babylon es impecable. Desde la dirección hasta los movimientos de cámara, todo roza la excelencia. Consiguen funcionar en armonía para transmitir ese frenetismo de las fiestas y la posterior decadencia. La banda sonora también es digna de elogio. Justin Hurwitz se encarga, una vez más, de poner sonido al trabajo de Chazelle. El compositor consigue, a través de la música, generar el entorno ideal para cada secuencia. Elabora una polifonía que está plagada de su identidad: cuenta con esos sonidos melancólicos y sensibles que recuerdan a dicho musical estrenado en 2016, pero sin olvidar el jazz potente y plagado de dinamismo que compuso en Whiplash.

La alternancia de formatos y colores, para plasmar el estilo de la época, no rompen el ritmo y aportan frescura al relato. Dichos cambios se hacen a partir de transiciones donde se ve el tipo de cámara utilizado o planos recurso de cintas en movimiento.

El elenco principal se encarga de complementar estos brillantes puntos técnicos para ofrecer un resultado ameno. Margot Robbie y Diego Calva, que conforman el dueto protagonista, se entienden a la perfección y cuentan con una gran química, pero quien realmente brilla es Jack Conrad (Brad Pitt). A pesar de ser supuestamente un papel secundario, el actor se hace con el protagonismo de la escena. Y es que, de manera similar a su papel en Érase una vez en… Hollywood, parece que sus mejores actuaciones son haciendo de actor per se. El desarrollo de personaje de Conrad —que se extiende durante las más de tres horas de metraje— es, con diferencia, lo mejor del largometraje.

En resumen, Babylon intenta ser una crónica de los orígenes del cine y su éxito en el medio norteamericano, pero que puede llegar a ser difuso por los innumerables estímulos que hay a lo largo de las tres horas de duración. También puede llegar a impacientar al auditorio, que durante el arco final estará pidiendo a gritos que se acabe ya. ¿Se podía condensar en menos tiempo? Por supuesto, hay ocasiones en las que cae en la monotonía.

Aun así, hay un gran trabajo detrás y podría gustar a los fanáticos de lo audiovisual o del reparto. Pese a no ser tan brillante y genuina como La La Land, la última obra de Chazelle es un sugerente retrato.

De todas maneras, la obscenidad de las orgías y algunos clips que rozan lo grotesco, hacen que este título no sea, ni mucho menos, para todos los públicos.

Firma: Gerard Casado

ficha técnica

Director: Damien Chazelle

Guionistas: Damien Chazelle

Intérpretes: Brad Pitt, Diego Calva, Jovan Adepo, Katherine Waterston, Li Jun Li, Margot Robbie, Max Minghella, Samara Weaving, Tobey Maguire

Género: Comedia, Drama

País: EE.UU.

Fecha estreno: 20/01/2023

Lenguaje: Vulgar

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Los primeros años del cine, la década de los 20, estaban protagonizados por los excesos, las estrellas y el naciente Hollywood. La última obra de Damien Chazelle recorre esa época, siguiendo al dedillo el estilo de vida de viejas y nuevas glorias, la evolución del séptimo arte y sus consecuencias.

Título original: Babylon

País: EE.UU.

Duración: 188'

Fecha producción: 2022

Distribuidora: Paramount Pictures

Color: Color-B/N

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