En su ópera prima, Max Minghella (El cuento de la criada) nos trae una historia cargada de lucha personal y cuya protagonista (Elle Fanning) conecta con los espectadores.
Una vez más, llega a las pantallas una nueva versión del cuento que tantas veces hemos oído: chica de origen humilde se esfuerza y sacrifica para conseguir su sueño. Esta vez, ese relato se ambienta en un contexto actual y con problemas de hoy en día.
Elle Fanning está brillante en su interpretación de Violet. Logra transmitir más allá de la pantalla la timidez y el carácter introvertido de su personaje y suscita que el público empatice con ella. De todos los participantes del programa de talentos, ella es la que queremos que gane, aún siendo la más inexperta, con menos glamour y poca –o cero– gracia frente a las cámaras de televisión.
Violet compagina los estudios con las tareas en el establo de su casa y un trabajo en un pub, para aportar algo de dinero extra a la familia. Por supuesto, su madre no aprueba esta última labor, así como su formación para convertirse en bailarina y cantante. La situación de la protagonista no resulta extraña al espectador: cada vez son más los jóvenes que se ven obligados a trabajar para poder pagar sus estudios o para ayudar económicamente en casa. Esta circunstancia tiene consecuencias que vemos en Violet: aislamiento social, introversión del carácter, tensiones en el hogar…
El contexto donde ella se mueve nos transporta, en cierto modo, a los años 80. Poca modernización tecnológica, un entorno muy rural, el vestuario, la comunidad católica a la que pertenecen, junto con el ritmo pausado de la trama, contribuyen a que Teen spirit resulte, en muchos momentos, lenta y pesada. Sin embargo, los giros del guión en la segunda parte provocan que no sepamos el desenlace de los diferentes frentes abiertos hasta casi el final del metraje.
Aún siendo una historia que hemos escuchado muchas veces y una película poco comercial, esta nueva versión de Minghella resulta atractiva, por el ambiente de la protagonista y con el cual los espectadores jóvenes se pueden identificar, así como la lección final que podemos sacar de ella: nunca hay que dejar de lado a aquellos que nos han ayudado a llegar donde estamos, ni olvidar nuestros orígenes.
Firma: Blanca Ballesteros
Violet (Elle Fanning) es una tímida adolescente que vive en la isla de Wight, al sur de Inglaterra, y que decide presentarse a un concurso de talentos. Junto a su particular mentor, Vlad, Violet deberá pelear por demostrar su valía como cantante sin olvidar sus raíces.