Al aire, patos

Estamos ante una película de producción china cuyos paisajes nos transportan al corazón de este país. Junto a los gansos sobrevolamos grandes parajes otoñales, arrozales, ríos e, incluso, nos adentramos en una ciudad de neones y fiestas orientales. Los colores, que resultan siempre agradables, y la animación, que está desarrollada por uno de los estudios de animación digital más destacados y exitosos de China (Original Force Animation), nos harán querer atravesar la pantalla para acariciar a los patitos.

La frescura viene de la mano de una trama que sin ser novedosa es complaciente. Acoge muchos referentes cinematográficos, como el gato de Alicia en el país de las maravillas o el cuento de La liebre y la tortuga. El guión también tiene puntos de humor que desatan complicidad con sus personajes y cuya mayor grosería es algún que otro pedete.

Sin embargo, hemos de destacar el confuso juego de rol padre-madre que va adquiriendo el ganso a lo largo del film. Y a pesar del intento de recalcar el apoyo a la familia, Al aire patos no consigue transmitir el mensaje con convicción. Aunque si se omiten estos detalles la película puede llegar a un amplio público.

Son Christopher Jenkins y Rob Muir los que se encargan del proyecto y ambos acumulan una larga experiencia en el mundo de la animación. Han trabajado en El príncipe de Egipto, La sirenita, Antz, Shrek, Locos por el surf y Hotel Transilvania entre otros.

Firma: Carla Sciamma