Llega a la gran pantalla el último fenómeno literario, una historia de vampiros, amores adolescentes y atracciones fatales escrita por la norteamericana Stephanie Meyer. Su éxito desbancó al mismísimo Harry Potter del pódium de la lista de los más vendidos del New York Times. Y aprovechando el tirón, Meyer ya ha publicado tres secuelas: Luna Nueva, Eclipse y Amanecer.
Crepúsculo trata dos clásicos de las historias románticas: el amor adolescente -fuerte, pasional, irracional, intenso, embelesado- y las atracciones fatales e imposibles –la de una humana y un vampiro, quien la ama, pero siente una terrible atracción por su olor y su sangre-. Asimismo, introduce el misterio y la sensualidad de los vampiros y, en cierto modo, a los superhéroes; en los momentos de peligro él la salva y la lleva encima de la copa de un árbol para contemplar la naturaleza.
Este cóctel sólo podría resultar, casi con seguridad, de la pluma de una mujer y encandilar a las féminas, especialmente las más jóvenes, que se imaginan en la piel de Bella. Edward Cullen es el hombre ideal, aunque también bastante irreal: guapo, atento, protector, respetuoso y, a pesar de sentirse atraído por la sangre de Bella, no la ve cómo una presa apetitosa, sino como una chica.
Cullen realiza un ejercicio de dominio de su voluntad -algo positivo en los tiempos que corren- para no echarse a la yugular de Bella. Apenas hay contacto físico entre ellos -salvando algún “desliz”- porque la ama y no quiere hacerle daño, lastimarla. Aunque su relación no está exenta de una gran sensualidad, que rezuma a lo largo de toda la película.
Bella es un personaje introvertido, solitario, cuyo mundo se centra –mejor dicho se obsesiona- en Cullen, pero no se preocupa por nada ni nadie más, apenas establece vínculos fuertes con sus amigos y la relación con su padre es superficial. Por su amor “incondicional” a Cullen, Bella le pide que la convierta en vampiro para poder estar con él eternamente. Éste se niega porque no quiere otro “monstruo”, que tenga sed de sangre para sobrevivir.
En la película, existen algunos fallos a la hora de explicar la historia, falta verosimilitud. Por un lado, la gente del pueblo apenas siente curiosidad por esta familia un tanto peculiar. ¿No se dan cuenta que no envejecen?; ¿ni les extraña que los padres sean tan jóvenes?; ¿tampoco se preguntan por qué los ojos les cambian de color o tienen ese rostro tan pálido? Por otro lado, el olor de Bella que es irresistible para Edward -al menos esto dice al principio- parece superarlo poco después, ya que pasa horas mirándola mientras duerme o mientras permanecen juntos, uno al lado de otro, y nunca pasa nada.
Crepúsculo gustará a las adolescentes, tampoco pueden descartarse algunas veinteañeras, que están expectantes ante el estreno. Sin embargo, no tiene la entidad de otras adaptaciones literarias dirigidas a este público como Harry Potter o El señor de los anillos –ya clásicos-, que contienen mucha más riqueza en sus historias y más profundidad en sus planteamientos.
Firma: Montserrat Bros
Extras DVD:
- Audio: inglés, castellano, catalán
- Subtítulos: inglés, castellano, catalán
- Audiocomentario de la directora y los dos protagonistas
- El montaje del “Beso del vampiro”
- Tráilers Aurum
Bella abandona la calurosa localidad de Phoneix para empezar una nueva vida junto a su padre en Perk, una población al norte de Estados Unidos. Bella es una chica con la tez muy blanca, poco dada a las relaciones sociales y de pocas palabras. Pero el hecho de ser la nueva le ayuda a integrarse con facilidad con los de su clase.
Sin embargo, no le ocurre lo mismo con los hermanos Cullen. Ellos no se mezclan, no hablan con sus compañeros. Los Cullen son guapos, altos, fuertes, aparentemente perfectos. Despiertan la admiración y el recelo de casi todo el instituto, especialmente Edward. Bella cada vez se sentirá más atraída por el misterioso muchacho, quien le evita y le sigue al mismo tiempo. Ella no sabe que Edward Cullen es un vampiro, que siente una atracción desmesurada hacia su sangre y el olor que desprende.
