Contrarreloj

De nuevo, Simon West y Nicolas Cage, que ya en 1997 coincidieron como director y protagonista en la película Con air, han vuelto por sus fueros para ofrecernos este nuevo título dentro del trillado sector del ladrón arrepentido tras años de condena y sus problemáticos intentos para volver a un mundo estable, sin violencia y en paz con la comunidad.

Contrarreloj no ahorra ninguna de las acostumbradas secuencias que nutren este tipo de cine, que suele llegar a nuestras pantallas dentro de las últimas jornadas veraniegas. Atracos a bancos, minuciosamente estudiados y ejecutados con avanzados artilugios, increíbles persecuciones entre agentes y malhechores, mucha técnica, mucha acción, pero también muy pocas sorpresas en un guión que sólo pretende distraer a la legión de seguidores de esta especialidad.

El actor Nicolas Cage, con su clásica inexpresividad, no añade ninguna medalla a su carrera por este nuevo rol. Josh Lucas, en el caricaturesco papel de resentido compañero de fatigas, quizás algo más, pero sin exagerar. Menos mal que en esta ocasión nos han ahorrado las penurias soportadas durante los ocho años de prisión del protagonista. Algo es algo.

Una vertiginosa cámara y un vibrante apoyo musical, complementan con acierto la precisa visualidad de la cinta.

Como trasfondo destacable, la voluntad de redención del atracador y el cariño por su hija, motivación principal para su feliz regreso al mundo de la paz y la concordia.