Carancho

“En Argentina mueren al año en accidentes de tránsito más de 8 mil personas, un promedio de veintidós por día; más de ciento veinte mil resultan heridas. La última década ha dejado 100 mil muertos. Los millones de pesos que necesitan las víctimas y sus familiares para afrontar gastos médicos y legales, producen un enorme mercado, sostenido por las indemnizaciones de las aseguradoras y la fragilidad de la ley”. Así es como empieza la última película de Trapero, un film que pretende seguir las estelas del cine negro, pero que se lía a medio camino con sus propias tramas.

El eje del argumento gira en torno a la profesión de Sosa, el abogado cansado de planear accidentes para beneficiar las arcas de su jefe; y a la vida de Luján, una doctora drogodependiente que se ve involucrada en uno de los asuntos turbios del protagonista. A partir de aquí, estamos frente a una película interesante en contenidos, aunque poco centrada en un tema en particular. La historia de amor y los intentos de Sosa por escapar de su pasado son sólo dos ejemplos que hacen creer al espectador que algo se les ha ido de las manos con el final.

El uso de la cámara de Trapero consigue el juego equilibrado entre la acción y la violencia física/psicológica a la que se ven sometidos los personajes de Ricardo Darín y Martina Gusman, enmarcados en un ambiente urbano podrido por la injusticia. La interpretación de los actores vale una mención aparte ya que los dos se compenetran a la perfección.

En definitiva, película interesante y bien rodada aunque le sobre metraje en lo que a enredos argumentales se refiere provocando, así, un final un tanto exagerado.

Firma: Andrea Rodríguez

Extras DVD:

• Audio: castellano
• Tráiler
• Ficha artística
• Ficha técnica
• Filmografías destacadas