Batman v Superman: el amanecer de la justicia
(2016)Para los amantes del cine de superhéroes, llega esta ambiciosa propuesta que se presenta como un duelo entre los dos grandes de la última década: el Caballero Oscuro y Supermán. Como viene siendo costumbre, las historias de hombres con poderes o habilidades sobre humanas –en especial las de nuestros protagonistas– tienden últimamente a recrearse en las profundidades y recovecos del alma humana. Esta entrega que, naturalmente, pertenece a Zack Snyder (responsable de El hombre de acero) no es una excepción y, en ella, encontramos muchas similitudes metafísicas –tanto a nivel narrativo como visual– con las adaptaciones más recientes sobre estos héroes de cómic.
Lejos nos quedan las inofensivas aventuras cinematográficas que nos dejaron otras décadas. Ahora, es el momento de la oscuridad, de la lucha interior, del juicio público y de la redención. Nuestros superhéroes son, en este tiempo, los mejores candidatos al sofá de un psiquiatra y, lo único que los separa de los malvados antihéroes como Lex Luthor, es la capacidad de reconocerse en medio del dolor y del caos.
No obstante, todo lo anterior no “oscurece” la gran experiencia de ir a disfrutar con estas explosiones de maestría visual que nos ofrece el siglo XXI. Los efectos, el montaje, la narración visual –a base de planos cortos y cercanos– y la música (compuesta por Hans Zimmer) envuelven al espectador en una de las batallas más rebuscadas en la historia de los semidioses de novela gráfica. En este título no faltan algunos clásicos como el poder de la humanidad, su bondad inherente, un llamamiento a la unidad mundial, el no a la guerra y un largo etcétera. También sirven para aligerar la trama algunos acertados golpes de humor y un regusto a cómic expresado en las descaradas criaturas extraterrestres, los diálogos previsibles y en la violencia excesiva y carente de sangre.
Quizá, el film pretende demasiadas cosas y, por el camino quedan huecos que restan credibilidad a la compleja trama. Entre ellos el escaso atractivo de un Batman vengador sin causa justa, la indecisión (ya repetitiva) de Supermán por asumir su misión salvadora, un antihéroe incompleto y un secundario de la talla de Jeremy Irons bastante desaprovechado. También, la cinta apunta la participación de otros metahumanos pero, al final (y en una destacable escena) el espectador solo puede disfrutar de la intervención estelar de Wonder Woman.
No sabemos si habrá nueva entrega (aunque todo apunta a que sí) pero, por ahora, deleitémonos con los excesos bien orquestados de este título que dura más de 150 minutos. Batman v Superman: el amanecer de la justicia llega para entretener y sorprender al público sediento de acción, sustos y, por supuesto, de historias irreales en mundos de cómic.
Firma: Mar Pons
Los recientes y devastadores acontecimientos en Gotham, donde Superman aparece como el culpable de la última debacle mundial, han dividido a la opinión pública: unos a favor del último hijo de Kripton y otros en contra. Entre éste segundo grupo se encuentra el adinerado Bruce Wayne que, atormentado por su propia oscuridad, ve en Superman a un potencial y casi invencible enemigo.
El justiciero de Gotham sigue con sus redadas nocturnas mientras alimenta la esperanza de encontrar la forma de llevar a Superman ante la justicia, pero será Lex Luthor quien le de el arma y la excusa perfectas. La batalla está servida. Sin embargo, los problemas no han hecho más que empezar. Luthor, en su afán de dominar el mundo, planea vencer al superhéroe que sobreviva a la gran batalla y, para ello, ha engendrado –a partir del cadáver de un kriptonita– a una de las criaturas más temibles y poderosas del planeta: Doomsday.
