Astral City

Basada en el best-seller del médium brasileño Chico Xavier, llega a nuestras pantallas, con cierta demora, esta película del director y guionista Wagner de Assis, con un planteamiento virtual sobre la vida, la muerte y el más allá, realmente estremecedor.

Partiendo de esta exposición, es muy posible que la simple lectura del libro, deje volar la imaginación hacia gratuitas situaciones del hombre post-mortem, pasando por una inicial fase de tortura física y anímica, para acceder, después de un tiempo indefinido, al goce de un paraíso en el que hombres y mujeres recobran a sus allegados en una especie de nirvana ambiental.

Pero, por desgracia, lo que en el libro abre paso a la desbordada fantasía del lector y le lleva a secuencias que la propia imaginación convierte en posible realidad, en el cine -un medio ya de por sí absolutamente descriptivo audiovisual- la ficción, en temas tan trascendentales para el porvenir de la humanidad, después de la muerte, se concreta en imágenes de muy discutible aceptación. Y no digamos si en estas consideraciones, como es natural, tenemos en cuenta los planteamientos éticos basados en la creencia de la propia religión y la estructura moral del individuo.
La cinta intenta trasladarnos a un mundo onírico desigual, en el que los efectos visuales creados por Intelligent Creatures (Canadá) no hacen creíble el paraíso en que sitúan a los seres desaparecidos del mundo terrenal. Todo ello provoca una sensación de frialdad y asepsia que no nos seduce como escenario de una nueva vida. Menos mal que algunos compases de Chopin y un buen apoyo musical de fondo ayudan a hacer más llevadero este nuevo empeño en intentar mostrarnos, a través del cine, cómo será nuestro futuro.

Firma: Joaquín Guitart