El estudio de animación inglés, Aardman, responsable de otros títulos como Wallace y Gromit o Chicken run: evasión en la granja y especialista en la animación stop–motion, se pone al frente de esta producción que supone su primera incursión en la producción digital en 3D. Para llevar a cabo Arthur Chirstmas, Aardman estableció una alianza con Sony Pictures Animation (Lluvia de albóndigas), una productora que trabaja regularmente en animación por ordenador. El resultado es una película con personalidad propia que narra una historia muy particular y lo hace con un gran despliegue visual, con geniales momentos de acción y magníficos detalles. Como consecuencia de este gran trabajo animado, para captar todo el potencial de la cinta, se hace necesario verla más de una vez.
A nivel narrativo se trata de un fantástico cuento de Navidad que contiene todos los ingredientes para cautivar tanto a los niños como a los adultos. Ternura, acción, humor, ilusión y fantasía en un guión donde la ingenuidad de sus protagonistas y el derroche de imaginación de sus creadores abren la puerta a un mundo de ensueño.
La película pretende transmitir, dibujando un ambiente navideño un tanto materialista, el anhelo, por muchos olvidado, de creer hasta lo más increíble. En la figura de Arthur se esboza la ilusión y la lucha contra las adversidades -con momentos de debilidad- de quien está realmente preocupado por lo importante, trascendiendo lo accesorio. La necesidad de sentirse útil, el deseo de hacer feliz a los demás y la actitud de querer siempre ofrecer lo mejor de uno mismo son las cualidades del protagonista. Esta manera de ser de Arthur choca con la patente egolatría de su familia, que renuncia a su importante objetivo navideño por tener que superar algunas dificultades, lo que les conduce a una pérdida absoluta de conciencia del lugar que deben ocupar en el mundo y la finalidad real de su trabajo. Con todo, los personajes evolucionan a lo largo del film y la historia se completa con un final feliz.
Arthur christmas: operación regalo es, sin duda, la película de estas Navidades que, a través de sus personajes y su impecable puesta en escena, transporta al espectador al Polo Norte, un lugar donde todo es posible.
Firma: Mar Pons
El 25 de diciembre está a punto de llegar y, en el Polo Norte, todos trabajan para que ningún niño se quede sin regalo. Santa Claus, una vez más, se pone a la cabeza de la misión ultrasecreta con la que debe llegar a todos los hogares del mundo en tan sólo una noche y sin ser visto por ningún humano. Pero los tiempos han cambiado y los trineos y los renos ya no sirven. Ahora, el hijo mayor de Santa Claus, Steve, ha ideado una operación de alta tecnología con la que espera triunfar y ganarse el puesto de su padre. Pero algo falla en el sistema y Arthur, el miedoso pero entusiasta hijo menor de Santa Claus, se verá obligado a intervenir.
