Ciberbullying. Recursos y buenas prácticas en tiempos de la COVID-19

El curso escolar 2020-21 se ha iniciado con la incertidumbre generada por la COVID-19. Nos encontramos con un escenario al que todos debemos adaptarnos y, también, debemos estar preparados para posibles cambios repentinos. Las clases presenciales pueden pasar a virtuales en cuestión de horas, por tanto, es importante contar con recursos que permitan dotar de cierta flexibilidad su realización.

Nuevo curso, nuevos retos

En el caso del acoso escolar y el ciberbullying ocurre lo mismo: aparecen inéditos factores y condicionantes que nos fuerzan a amoldarnos a este imprevisible escenario.

Con la vuelta a las clases presenciales, algunos alumnos deben lidiar con las nuevas formas de acoso escolar que ha generado la pandemia. También hay que contar con la posible exclusión que sufren los que han contraído el virus o los que han estado en contacto estrecho con positivos.

En este sentido, nos hacemos eco de las recomendaciones recientemente publicadas por NACE (Asociación No al Acoso) a través de la campaña “Dilo todo contra el bullying”. NACE advierte que conviene también redoblar los esfuerzos para observar el bienestar del grupo, trabajar la cohesión y la educación emocional y asegurar, así, un buen clima de convivencia escolar.

Para ello, son necesarias también herramientas que nos ayuden con la detección, ya sean sistemas de reporte anónimos, dinámicas de escucha activa o sociogramas para la medición del clima y las relaciones entre los alumnos. Un buen ejemplo lo encontramos con la Plataforma Àtom de Proyecto Òrbita, que ha adaptado sus servicios a causa de la pandemia y se ofrece gratuitamente durante el primer año.

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Pantallas y COVID-19

Con el final del curso anterior, interrumpido por el confinamiento, ya se puso el foco en el uso que hacían los menores de internet, ya que gran parte del acoso escolar se trasladó a las redes sociales y apps de mensajería instantánea. También se observaron tendencias de consumo excesivo propias de las tecnoadicciones. Las herramientas digitales pasaron de ser una opción a una necesidad y es algo a lo que se debe prestar especial atención.

El ciberbullying es una dinámica grupal violenta, que puede revertirse gracias al trabajo con el propio grupo. De hecho, conviene remarcar que todos los implicados necesitan ayuda, no solo la víctima. El desarrollo de la personalidad de los menores implica también conocer y controlar la identidad digital y las relaciones digitales a través de los diferentes dispositivos y perfiles de los que disponen.

Principalmente, conviene establecer unos límites en el uso de las pantallas y fomentar actividades alternativas que promuevan la creatividad, el compañerismo y el ejercicio físico. Debemos dotar a los alumnos de herramientas que les ayuden a adaptarse a la nueva situación y a lidiar con sus propios miedos e inseguridades. De esta forma, también contribuiremos a retomar de forma saludable la rutina escolar y a gestionar de manera adecuada sus emociones, tanto presencialmente como a través de internet.

Buenas prácticas digitales Precisamente, la plataforma colaborativa PDA Bullying, gestionada por la Fundación Aprender a Mirar y la Associación de Consumidores de Medios Audiovisuales, trabaja en PDA Digital, una nueva modalidad de certificación de buenas prácticas en el uso seguro de las pantallas. Este instrumento define indicadores específicos a través de un cuestionario. Así, los directivos de escuelas que quieran evaluar el grado de cumplimiento en su centro escolar pueden hacerlo.

En este sentido, PDA Bullying ha abierto una prueba piloto a la que se puede sumar el centro escolar. Si alguien está interesado puede contactar a través del correo electrónico programa@pdabullying. com.

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Adaptabilidad de los recursos

El Programa de Educación Audiovisual Contraste (PEAC), del que forma parte esta revista, también ha tenido que sortear los impedimentos para realizar las actividades presenciales. El reto ha sido proponer nuevas modalidades flexibles y adaptables a las necesidades actuales de los centros educativos, con contenidos y recursos online, tales como las Cápsulas (In)formativas.

Además, el PEAC ofrece el e-Taller sobre ciberbullying dirigido a alumnos, familias y docentes.

Por otro lado, uno de los últimos recursos que han sido certificados como buena práctica para combatir el acoso por PDA Bullying ha sido la Obra Teatral La burbuja de Julia a cargo de la compañía MaQuinant. La forma de adaptarse a este nuevo escenario, y nunca mejor dicho, ha sido la de ofrecer la posibilidad de ver la obra de manera online, ya sea representada en directo sin público o con un aforo reducido, o emitiendo una grabación de la misma y contando en cualquier caso con el debate posterior y las actividades propuestas para trabajar aspectos en relación a la prevención del acoso escolar.

Del mismo modo se ha procedido con el Teatro Foro 1000 Likes a cargo de NUS, que se centra en la prevención del ciberbullying y que el 19 de noviembre de 9:30h a 12:30h realiza una muestra online en el marco de la II Jornada de Buenas prácticas. Prevención e intervención ante el acoso entre iguales, organizada por el Consejo Comarcal de la Anoia.

También, los días 2, 9 y 16 de diciembre (de 18 h. a 19:30 h.) tendrán lugar las jornadas online La voz de l@s jóvenes ante el ciberacoso, organizadas por Te pongo un reto.

En el Banco de recursos de PDA Bullying se encuentra gran cantidad de propuestas, organizadas en diferentes categorías, para localizar con facilidad aquellas que mejor se ajusten a las características requeridas. Muchos de estos recursos están dirigidos a las familias y profesores.

El círculo que rodee al menor de edad debe permanecer alerta a las posibles señales, ya que es muy probable que los niños a su cargo se vean implicados en casos de ciberbullying en alguno de los roles (uno de cada tres lo está o lo ha estado y la mayoría de veces sin conocimiento de las familias), e incidir en la cohesión, el afecto, la comunicación y los límites.

Roles implicados

En todo caso de ciberacoso encontramos distintos roles. Es importante saber cuál es el mejor modo de proceder en cada una de estas situaciones.

  • Ante el agresor/a, el enfoque puede ser acompañar al joven que entra en este rol a observarse, a reconocerse en otra forma, una mejor versión de él o de ella. Recomendamos el visionado del vídeo de una paciente de ITA, que analiza las motivaciones que la llevaron a ocupar dicho rol e invita a la reflexión.
  • A la víctima podemos acompañarla y ayudarla a desligarse de las etiquetas, a conectar con las propias fortalezas y el propio crecimiento personal.
  • Con las personas que ejercen el rol de espectador hay que llevar a cabo un trabajo de acompañamiento y reconocimiento de la responsabilidad personal. Los testigos son personas clave si asumen su papel en el cuidado y acompañamiento de sus iguales. Pueden ser la diferencia entre la violencia y el dolor o la convivencia pacífica y la empatía.

Es importante, por tanto, que los padres y educadores estemos pendientes del comportamiento de los niños para actuar y poner los medios necesarios cuando sea preciso.

Firma: Alejandro Estébanez