After, una película que maquilla una novela tóxica para los menores

“Tessa Young se enfrenta a su primer año en la universidad. Acostumbrada a una vida estable y ordenada, su mundo cambia cuando conoce a Hardin, el chico malo por excelencia, con tatuajes y de mala vida.

La inocencia, el despertar a la vida, el descubrimiento del sexo… un amor infinito, dos polos opuestos hechos el uno para el otro.”

Sinopsis libro After

After es una tetralogía de libros que ofrece a sus jóvenes lectoras una versión universitaria de 50 Sombras de Grey.

Se trata de un texto alta y explícitamente sexualizado, con lenguaje soez, manipulación, humillación, dependencia, control, celos, anulación… La historia se resume en un tira y afloja en el que cada protagonista busca reafirmar su posesión del otro, mientras que, a la vez, sospecha continuamente que le abandonará. En definitiva, una relación tóxica que acaba en violencia psicológica y en la que todo queda justificado por el amor verdadero que se profesan ambos.

Además, también se justifica la actitud de sumisión con una falsa esperanza de cambio y mejora en la relación. Es evidente que en una historia novelada la ficción puede hacer posible lo imposible pero, lamentablemente, en la vida real no hay lugar para la ficción.

No solo es preocupante que una novela dirigida a un público adolescente reproduzca roles de género y comportamientos tan erróneos y nocivos como los que la saga After ha maquillado de románticos y legítimos para tantas jóvenes lectoras sino que, realmente, todo esto es también alarmante y peligroso.

Las últimas encuestas realizadas a jóvenes en España entorno a la violencia de género y la violencia de control ponen en evidencia el gran riesgo de este tipo de libros que normalizan conductas abusivas:

“El porcentaje de jóvenes de entre 16 y 19 años que ha sufrido violencia de control por parte de sus parejas ha ascendido a un 25% durante 2017”

“Una de cada cuatro personas de entre 15 y 29 años opina que ciertos comportamientos de control forman parte de la normalidad de una pareja.”

Datos del Centro Reina Sofía

Lo cierto es que muchos jóvenes de hoy en día han normalizado conductas de control, especialmente de cibercontrol, justificándolas –equivocadamente– por ideales y mitos del amor romántico que no son ni deberían ser ejemplos a seguir. En esta campaña de Orange queda patente como, pese a la mayor concienciación de la violencia de género, no hay la suficiente formación entorno a conductas de riesgo:

https://www.youtube.com/watch?v=hvnvPlN_g7Q

A más celos y mayor control, ¿más amor?

Que tu pareja mire tus conversaciones privadas, no es tolerable; que te pida que dejes de hablar con ciertas personas por celos, no es tolerable; que ante cualquier situación tengas miedo de su violenta reacción, no es tolerable; que te humille ante sus amistades, no es tolerable.

En cambio, cuando Hardin y Tessa viven esa tortuosa historia de amor–odio–autodestrucción, las jóvenes lectoras no ven el peligro, sólo idolatran ese supuesto amor y, lo que es peor, desean algo así en sus vidas (ver vídeo a partir del segundo 20):

Aún con toda la polémica generada entre detractores y fans incondicionales de esta saga que nos ocupa, los números no engañan y este bestseller (con millones de ejemplares vendidos en todo el mundo) era un blockbuster asegurado que el cine no podía dejar escapar. A pesar de la cantidad de críticas y advertencias sobre el riesgo que puede suponer que una historia así llegue a la juventud, After iba a tener adaptación. La pregunta era, ¿cómo hacerlo sin evidenciar mediante las imágenes lo inadecuado que era ese texto para los jóvenes espectadores?

La historia que no veremos en la gran pantalla

Por suerte, el estreno de esta película ha traído consigo la decepción de sus fans, pues ni los protagonistas se comportan igual que en los libros y ni la imperdonable y enfermiza apuesta detonante es la misma.

Estamos ante otra película más de clichés que busca erotizar un contenido para jóvenes y adolescentes, como analizamos detalladamente en nuestra crítica.

Contradicciones

La gran contradicción de todo esto es que, mientras por un lado, seguimos trabajando para empoderar y para acabar con la lacra de la violencia de género, por otro, la industria sigue enviando mensajes con conductas arcaicas que calan mucho más fácilmente, y con más fuerza, en las mentes inmaduras.

Los esquemas de género [de Tessa y Hardin] se repiten en mayor o menor medida en el resto de personajes, siendo los masculinos personajes dominantes, controladores y competitivos (sobre todo dentro del grupo joven, los amigos del protagonista masculino) y las mujeres más cuidadoras, coquetas y sumisas cuyas únicas conversaciones entre ellas versan sobre hombres, maquillaje o ropa.

Fragmento de la reseña realizada por Un libro una opinión

Firma: Estefanía González