Brillante pero oscura ficción que se adentra en lo más perverso de la personalidad humana.
El creador de la saga cinematográfica Scream y la serie teen Crónicas vampíricas, Kevin Williamson, idea este producto que ha supuesto el primer proyecto televisivo del actor Kevin Bacon. Williamson propone para esta ficción un universo criminal como hay pocos en la pequeña pantalla y, es que en The following se dan cita todo tipo de criminales en serie.
Sin duda, la fuerza de esta ficción se encuentra en la sofisticada personalidad de los personajes principales y en el duelo protagonista-antagonista que, además, cuenta con dos grandes actores y sus convincentes interpretaciones.
En el universo de The following todo es enfermizo y extremado. Las motivaciones, las luchas, los miedos, las relaciones humanas y las sexuales y hasta los sueños de sus personajes vienen marcados por una locura colectiva que sumerge al espectador en un mundo sangriento y poco confiable. La duda se asienta ya en el primer capítulo y el espectador sufrirá la incógnita de saber en qué bando está cada uno hasta el final de la serie que, por ahora, ha renovado para una segunda temporada.
Al estilo Mentes criminales, en The following quizá lo de menos son los crímenes en sí, aunque sean cruentos y despiadados, y cobra una especial relevancia la oscuridad de algunas almas perturbadas que disfrutan con el dolor ajeno. Son casi innumerables los temas que podrían ser objeto de análisis de esta serie. Desde los más evidentes: el crimen, el bien, el mal, la enfermedad mental o la justicia; hasta los menos frecuentes: el vacío existencial, el liderazgo, la necesidad de un líder, la incomprensión, la falta de afecto, la familia, la lealtad o el compromiso afectan a cada una de las tramas.
El flashback es una herramienta recurrente con la que se informa al espectador del pasado de los protagonistas y, de esta forma, se otorga dramatismo a la historia dando a conocer más a fondo a los personajes que intervienen en cada ocasión. Además, este thriller bebe de diversos géneros, drama, terror, suspense, misterio y acción, para conformar un producto redondo en su narrativa. The following no aburre ni deja indiferente a quien la ve.
Su resultado es una oferta para adultos que no encuentren ningún inconveniente en adentrarse en una creación donde la naturaleza humana refleja perversión y amoralidad en demasiadas ocasiones. Por lo demás, un producto más que aceptable para los que hayan pactado con la perversa propuesta de su creador.
Firma: Mar Pons
Han pasado 8 años desde que el agente del FBI Ryan Hardy capturara a Joe Carroll, un asesino, culto y brillante, que acabó con la vida de 14 de sus alumnas de la universidad. En la actualidad, una reciente ola de asesinatos lleva su sello distintivo. Parece que alguien se comporta como él, aunque Carroll sigue en la cárcel.
Hardy conoce a Carroll como la palma de su mano, y por esa razón el FBI le pide que vuelva a la acción para investigar qué se esconde tras el reguero de sangre. Todo parece indicar que Joe Carroll dirige desde la sombra a psicópatas dispuestos a matar por él. No hay manera de saber cuántos asesinos de esta macabra secta andan sueltos, pero Hardy no tiene otra opción que usar todos los métodos a su alcance para evitar, a contrarreloj, el próximo asesinato.
Joe Carroll, papel interpretado de forma brillante por el inglés James Purefoy (John Carter), es un profesor de literatura obsesionado con Allan Poe y posee un extraño empeño por hacer del crimen una obra de arte. En su época de docente en la universidad, asesinó a catorce jóvenes antes de ser encarcelado y condenado a muerte. Su carácter seductor le convierte en un líder nato, cualidad que aprovecha mientras está en prisión para organizar una secta de seguidores. Estos “followers” (seguidores), inestables y con carencias afectivas y de personalidad, son capaces de dar la vida por su “maestro”.
Al otro lado del espejo se encuentra Ryan Hardy, Kevin Bacon, el agente del FBI que consiguió encontrar y capturar a este asesino en serie. Ese hecho le apartó también de la agencia al ser herido de gravedad en el corazón por Carroll. Hardy malvive sin rumbo cierto entre la bebida y los inconvenientes de su marcapasos, después de publicar las memorias del asesino más famoso de una década. Ahora, la agencia vuelve a necesitar sus servicios y Hardy deberá enfrentarse a un doloroso pasado y a un incierto futuro.
