España y Francia colaboran en la realización de Rocky Kwaterner y obtienen como resultado un producto distinto, campechano y optimista.
El ámbito de los prehistóricos es un terreno ya tratado en diversas producciones infantiles. Conocemos, entre otros, a los personajes de Los Picapiedra, Los Croods y Pit y Kantrop. Aun así, esta nueva propuesta tiene un toque diferencial: en vez de trasladar al espectador al mundo de los cavernícolas, traslada a un cromañón a nuestra era.
La trama de los episodios es bastante simple. Los nuevos hermanos de Rocky deben enseñar al protagonista cómo vivir en el siglo XXI. La gracia está en que tienen que explicárselo todo: desde las normas básicas de educación en la mesa hasta el uso de los electrodomésticos o las reglas en los deportes.
Y al final las dos partes salen ganando. Rocky aprende sobre cómo vivir en la ciudad, pero Luna y Teo reciben lecciones –todavía más valiosas– sobre valentía, compañerismo y trabajo en equipo sacadas de la vida anterior en la tribu.
Aparte de la relación entre los hermanos, Rocky Kwaterner incorpora la historia del profesor Torpedo. Este investigador persigue incansablemente a Rocky para congelarlo de nuevo y convertirlo en su trofeo. Aunque aporta algunos momentos graciosos, no es una figura imprescindible, y es que solamente las aventuras de un chico adaptándose al siglo XXI ya son suficientemente entretenidas.
Peekabo Animation y Mondo TV France han hecho un buen trabajo. Su personaje unicejo de dientes salidos y refranes prehistóricos nos enseña, con su modo de entender el mundo, a maravillarnos ante lo cotidiano y a apreciar las cosas sencillas.
Firma: Júlia Nafría
Hace 35.000 años, Rocky, un niño cromañón, se dirigía a un ritual muy especial: el Gran Viaje. Era la celebración del fin de su infancia y el inicio de la época como un valiente cazador. De camino al lugar escogido para el rito, tomó un atajo a través del lago helado, pero con tan mala suerte que este se agrietó, lo que provocó su caída al agua y su congelamiento.
En pleno siglo XXI, la arqueóloga Mary Tikka ha ido de expedición al Himalaya. Allí encuentra al chico totalmente helado y toma la decisión de adoptarlo e integrarlo en su familia discretamente. Ahora, Rocky tiene dos hermanos (Luna y Teo) y vive en un casita a las afueras de la ciudad.
Pero esta nueva forma de vida no es tan fácil como parece: debe aprender las costumbres actuales y dejar atrás los hábitos de los prehistóricos. Además, tiene un enemigo: el profesor Torpedo. Este investigador se ha enterado de su misterio y lo persigue a todas partes con la intención de atraparlo y convertirlo en su nuevo experimento.
