Antena 3, de la mano de Producciones Bambú, presenta esta serie de intriga que, al menos en sus dos primeros capítulos, está llena de aciertos y con una calidad de fondo y forma bastante notable.
El título no engaña pues desde las primeras escenas en las que van presentando a los personajes el día de la Comunión, todos parecen tener algo que ocultar e inevitablemente son catalogados por el espectador, antes que por la propia policía, como posibles culpables.
Es cierto que en un principio el entramado de hermanos, cuñadas, novios, amigos de la familia etc, resulta difícil de seguir pero se cuenta con que con el discurrir de los capítulos el público se vaya familiarizando con ellos y colocándolos en su lugar. En un intento de aclarar la cuestión, los realizadores hacen a Laura, la policía encubierta, colocar unas fotos a modo de árbol genealógico en el interior de un armario pero, aparte de que la idea es un copia exacta del que tenía Beckett en Castle para seguir el asesinato de su madre, está hecho de una manera tan torpe y parcial que lía más que aclara.
El hecho de que haya tantos personajes principales enriquece la serie al acrecentar el misterio. También da lugar a introducir caracteres curiosos (Vidal, el avieso y enjuto policía local, es una presencia secundaria pero desconcertante) aunque la mayoría de ellos son bastante normales incluso alguno demasiado tópico como Bosco o Inés Vega.
También es normal que con un reparto coral, las interpretaciones sean irregulares. Alicia Borrachero, la madre de la niña desaparecida, sigue demostrando que las grandes actrices de este país quedan siempre fuera de los Goyas y de las grandes producciones, pues tiene el papel más difícil y da toda una lección de interpretación. Yon González ya ha dejado de ser la joven promesa de El Internado para consolidarse como un gran actor. Los veteranos cumplen (Homar, Egido, Muñoz…), Blanca Romero se defiende y Melani Olivares vuelve a hacer de ella misma, como nos tiene acostumbrados.
Uno de los grandes aciertos de esta serie es la ambientación. La acción transcurre en un pueblo pequeño, de sierra, de esos tan comunes en nuestro país, con sus urbanizaciones de chalés modernos y su plaza antigua con iglesia incluida. El reflejo de la vida allí es bastante creíble (mucho más que los supuestos retratos sociales que hacen series como Con el culo al aire o La que se avecina) y su normalidad hace más inquietante el drama que nos cuenta. Situado en una zona boscosa, no tan húmeda como la de Twin Peaks, su entorno forestal refuerza el misterio y hace creíble la desaparición y ocultación de Alicia.
Atrezzo, vestuario, música al servicio de la tensión, fotografía etc. Están cuidados al máximo y adecuados a la historia. ¿Y cuáles son los defectos (que los tiene)? En mi opinión, y sabiendo que no deja de ser un prejuicio, el hecho (fantástico) de abrir tantas tramas con tantos secretos (la familia, los policías, los profesores del colegio…) va a ir decepcionando conforme avancen los capítulos, porque tal como nos enseña la sabiduría popular “el que mucho abarca, poco aprieta”.
Por otro lado, hay algunos puntos inverosímiles que, si no tienen una buena justificación más adelante, romperán la credibilidad del relato. Me refiero al hecho de que los preocupadísimos padres y abuelos de la niña oculten información a la policía. Muy grave y muy importante tiene que ser lo que callan para arriesgarse a perjudicar la investigación que puede llevar a encontrar a Alicia.
También resulta algo endeble la pareja de policías. Si querían que se hiciesen pasar por matrimonio, tendrían que haber ajustado un poco sus perfiles, porque así de entrada, resulta una pareja un tanto atípica (ella sofisticada y él bastante dejado) que, por necesidad llama la atención, algo que no se puede permitir cuando se va de incógnito. Resulta confusa, además, la sucesión temporal. Es difícil aclararse si están en jornada laboral, si es por la mañana, por la tarde… Es como si el reloj dependiese de la trama y no al revés.
Pero hoy por hoy, superados ya los dos capítulos, y a la espera de lo que nos cuenten los demás, podemos decir que Bajo sospecha es una de las mejores series que se han realizado en España en los últimos tiempos.
Firma: Esther Rodríguez
Durante la celebración de su Primera Comunión la pequeña Alicia desaparece. La fiesta tiene lugar en el restaurante propiedad de su familia, cerrado al público durante ese día por lo que el culpable del secuestro tiene que ser algún familiar o amigo de los que estaban allí.
Hasta el pueblo donde han sucedido los hechos se desplazan Víctor y Laura, dos policías que simulan ser un matrimonio para ganarse la confianza de la familia e intentar descubrir el paradero de Alicia.
