Un día perfecto

Fernando León de Aranoa es un director español que, a pesar de no tener una gran fama mundial, posee un gran reconocimiento dentro de la industria del cine. Ha trabajado junto a Isabel Coixet y Wim Wenders en el documental Invisibles. Es un gran contador de historias y ha sido el responsable de mostrarnos el mundo de los seres marginados de nuestra sociedad, Los lunes al sol y Princesas son un ejemplo de ello.

Un día perfecto no es que sea más mediocre que sus anteriores, sino que es imposible atisbar al Aranoa original. Probablemente, el mayor desacierto sea su indefinición. Al contrario que en sus obras anteriores, el director quiere contarnos demasiadas cosas a la vez y acaba no contando bien ninguna. Hay una mezcla de géneros que no llega a combinar; es como ver varios films en uno mismo. Tiene mucho de road movie en tono comedia, pero las risas se quedan a medio camino. El argumento y el contexto son propios de un drama bélico, sin embargo, apenas se introduce al espectador en el conflicto. Y de fondo, el tema es de denuncia social, no obstante funciona a medias tintas y parece hacerlo con miedo. Otras películas han intentado algo similar y han salido más airosas, como M.A.S.H. o Tres reyes.

En esta ocasión, Aranoa pierde el estilo desenfadado con la cámara y, a pesar de ello, para bien o para mal, se trata su mejor film a nivel técnico y en cuanto a la producción.

Cuenta con un elenco de actores que consiguen que Un día perfecto resulte agradable en este sentido. Benicio del Toro, poniendo la parte dramática, realza la película, aunque lleve con la misma expresión desde Traffic. El actor puertorriqueño hace pareja con otro veterano, Tim Robbins, que se lleva la mayoría de las risas. Mélanie Thierry también despunta en el papel de joven e inocente voluntaria.

Como he dicho, Un día perfecto no puede considerarse peor que otras de Aranoa, pero yo me quedo con su estilo más informal que tiene mucho más ritmo, entre otras cosas. Espero que esto no sea un cambio de dirección, sino solo un breve paréntesis en su filmografía. El tiempo lo dirá.

Firma: Javier de la Llave