Hook (El Capitán Garfio)

Otra vez el “mago” Steven Spielberg nos ha sorprendido con un film de excepción. Las nuevas aventuras de Peter Pan y el capitán Garfio harán “soñar despiertos” a grandes y chicos a lo largo de dos horas de gran espectáculo. Francamente, los efectos especiales, el sonido y la banda musical de John Williams de esta nueva superproducción de la factoria del llamado Rey Midas de Hollywood están a la altura de su celebrada serie sobre Indiana Jones.

Hook (El capitán Garfio) -una de las películas más caras de la Historia del Cine -72 millones de dólares- sigue fiel al espíritu del relato original, ideado por Sir James M. Barrie, que en 1953 llevó a la pantalla el maestro Walt Disney en inolvidables dibujos. Sin embargo, su “heredero” Spielberg no utiliza el cine de animación, sino la recreación real de un ambiente de fantasía, con escenarios pintados o naturales plenos de imaginación y unos tipos que encarnan con creces a los míticos personajes literarios. Así, los intérpretes son de excepción: desde Robin Williams como el adulto Peter Banning-Pan, hasta Dustin Hoffman como el malévolo Garfio, pasando por Julia Roberts como la encantadora Campanilla y todos esos simpáticos Piratas y Niños Perdidos que habitan en el País de Nunca Jamás.

Pese el barroquismo de algunas escenas y cierto aire esteticista que, a veces, incluso resulta empalagoso, Hook posee cualidades artísticas y humanas de primer orden. Con secuencias tan logradas como el encuentro y la batalla entre piratas y niños en el gran galeote construido para el film y la transformación del protagonista en el auténtico Peter Pan -con sus emocionantes vuelos-, o las intervenciones de la diminuta Campanilla, aparte del duelo final con el capitán Garfio, el relato cautiva enormenente al espectador.

Además, Steven Spielberg nunca pierde el sentido del humor y da crediblidad a lo imposible. Su film, por tanto, viene a ser un cautivador vuelo de la imaginación, que la audiencia asume sin esfuerzo; al tiempo que brinda una defensa de los valores de la familia, aunque por vía más sentimental que intelectual.

La película aboga, pues, por la recuperación de la infancia perdida y por la unidad familiar, acaso como medios para superar el egoísmo de la sociedad modera. Ante el materialismo consumista, necesitamos idealismo e imaginación -parece concluir Spielberg-, más capacidad de soñar. Y su sugerente fábula -sin traicionar al Séptimo Arte, sino desarrollando sus posibilidades creadoras- hace así realidad el viejo aforismo de “enseñar deleitando”.

Firma: Redacció

Extras DVD:

• Audio: inglés, castellano
• Subtítulos: inglés, castellano