En realidad, nunca estuviste aquí

Recordamos a la directora Lynne Ramsay por la cinta Tenemos que hablar de Kevin en 2011. El de hoy es su cuarto largometraje, basado en la novela de Jonathan Ames. En esta nueva cinta ha confiado el rol principal al actor Joaquin Phoenix, premiado por este trabajo en el Festival de Cannes, donde también se reconoció este film como el mejor guión.

Todavía impresionados por la personal interpretación de Phoenix, hay que convenir que él y casi sólo él es la película. Sin temor a error puede afirmarse que está presente en la totalidad de los planos del film con una singular caracterización de difícil olvido para el público.

Pero, una vez destacada su impresionante aportación al conjunto de la cinta, también hay que remarcar la confusa ilación personal en el desarrollo de la trama puesto que muchas escenas, profundamente dramáticas, inducen a error en el planteamiento que el propio espectador sobrentiende. En este sentido, no hay que olvidar que una gran parte de ellas son de difícil digestión por su dureza y extraordinaria brutalidad de imagen.

Esto conviene remarcarlo aunque el argumento aborde una venganza por encargo y, para ello, el ejecutor sobrepase todos los límites físicos y morales habidos y por haber hasta llegar a la falsa conclusión de que obra por decisión propia.

Es justo destacar, además de la ya citada presencia actoral de Phoenix, el singular apoyo de sonido extremo en determinados momentos de dramáticas secuencias; que las hay, y con profusión de brutales venganzas que el verdadero instigador no ejecuta personalmente.

Es por ello que puede decirse… En realidad, nunca estuvo allí.

Firma: Joaquín Guitart