El héroe de Berlín

El héroe de Berlín, bendecida por el protagonista real de los hechos, su familia y la Fundación Jesse Owens, pone en la gran pantalla la potente historia de superación y valor de este atleta que marcó un antes y un después.

La técnica, la fotografía y la ambientación están a la altura, el reparto no deslumbra pero tampoco defrauda, y el hecho de conocer los intríngulis del Comité Olímpico con el gobierno de Hitler le añade interés, aunque los diálogos y las escenas resultan estridentes de tan poco naturales y tópicas.

Quien mucho abarca poco aprieta. Este dicho refleja la poca efectividad de una trama que no consigue implicar al espectador. La evolución del personaje central es incoherente y las decisiones que toma, también. Da la sensación que al crack le falta sangre en las venas y al entrenador caché.

En definitiva, una historia que funciona a medio gas, ya que después de haber visto numerosas y profundas películas de deporte que retratan con maestría la relación deportista-entrenador (Million dollar baby, Cinderella man, Titanes o Coach Carter, entre muchas otras), el hito se queda en un film farragoso y poco emocionante.

Firma: Begoña Arribas