El mejor verano de mi vida

Dani de la Orden se atreve de nuevo con otra comedia después del éxito que le dio El pregón. Esta vez no cuenta con Bonafuente, pero sí que mantiene a Berto Romero como secundario y apuesta por el cómico Leo Harlem.

La cinta es un remake (casi calado) de la comedia italiana Sole a cantinelle del comediante Checco Zalone. La verdad es que en la versión italiana Zalone se lleva la palma de oro con su gracia natural que eclipsa a los demás personajes. En cambio, en la versión española, aunque Harlem tenga un gran peso, son muchas las estrellas autóctonas que le rodean y terminan llevándose el protagonismo. Harlem resulta un tanto cansino y poco ágil, cosa que no pasa con Zalone. Y, aquí, quien realmente deslumbra es el pequeño Alejandro Serrano. Leo Harlem asegura en una entrevista en el Festival de Málaga: “Hemos hecho una comedia más familiar para todos los públicos”. Y es cierto que han decidido apostar por un producto blanco a gusto de pequeños y adultos, aunque esto no significa que quede exento de esa marca Made in Spain que, en ocasiones, resulta un poco cargante. Sus continuas bromas y su característica ridiculización de la espiritualidad (católica y budista) tiñen el producto con un tinte agridulce.

En la misma rueda de prensa, asemejaron el film a Sra. Doubtfire y hay que decir que no es del todo cierto. El mejor verano de mi vida puede ser para todos los públicos; sin embargo, el resultado es mucho más patán y predecible.

Pero, si quieres bailar al son de los 80’ y que cale hondo un mensaje de reconciliación matrimonial y de vivir la vida sin tanto estrés, seguro que te diviertes con El mejor verano de mi vida.

Firma: Carla Sciamma