Café irlandés

Esta ácida e ingeniosa comedia, rodada originalmente para la BBC, significa el regreso del británico Stephen Frears (Mi hermosa lavandería, Sammy y Rosie se lo montan), tras su voluntario exilio en Hollywood (Las amistades peligrosas, Los timadores, Héroe por accidente), a la industria de su país. Frears, antiguo ayudante de los pioneros del “Free Cinema” Karel Reisz y Lindsay Anderson, se ha inspirado en la novela original de Roddy Doyle.

En esta película, recoge la tradición que desarrollara aquel desaparecido movimiento fílmico de los años 60 que trataba los problemas del proletariado británico, aunque ahora sea irlandés. Se nota que el filme ha sido realizado para la TV, pero la creación de tipos y el retrato social evidencia el dominio del director detrás de la cámara, bien apoyado por unos actores francamente eficientes y espontáneos. Café irlandés expone crudamente el drama moral y existencial no sólo de una familia, sino también de un pequeño barrio obrero de Dublin: las costumbres, creencias, equívocos, miserias y valores. A tal fin, el realizador no escatima realismo, ni en los groseros diálogos de los protagonistas y de sus amigos, ni en las situaciones-límite. Pero todo ello, dentro de un agudo sentido del humor y con una gran dosis de crítica, si bien a veces se aproxima al cinismo, tan propio de este discutido autor, lo cual hace algo más amable la dura historia.

“The Snapper –manifestó Stephen Frears– me forzó a enfrentarme con mis propios sentimientos con respecto a los irlandeses. Fui por ahí diciendo que no sabría cómo hacer una película en Irlanda. Me odiaban todos… Fui a Irlanda, conocí a los irlandeses e intenté entenderlos. Resultaron maravillosos. Reconocí mis prejuicios y mi estupidez. Acabé queriéndoles”. Ese mismo sentimiento de simpatía y solidaridad es el que tiene el espectador al salir de la sala de proyección sin mayor trascendencia, después de visionar esta minoritaria y discursiva película testimonial. De ahí que, tres años después, volviera a retratar el mundo obrero irlandés: La camioneta (The Van, 1996), prácticamente con el mismo equipo y principal protagonista –Colm Meaney–, aunque su resultado haya sido otro filme menor.